OBITUARIO MÍNIMO DE URGENCIA
En su vida militar, como guerrillero, dominaba el arte de pasar desapercibido; en su vida civil, era imposible que Willy no se hiciera notar. Lo anunciaban voces de mando antes de sus entradas en no importa dónde, y ese dónde eran andainas, cines, conferencias, tertulias o encuentros azarosos en la calle. Su cara de guerrero griego en Troia, curtida por intemperies de vastas geografías, decía más de su vida y de sus intereses que una biografía tradicional
Ejerció diferentes orgullos: el de esposo, el de padre, el de abuelo, y algunos repudios, casi siempre justificados, de los que nada diremos. Pudo haber escrito sus memorias, pues su vida militar afrontó fechas decisivas que alguna vez nos contó sin mucho énfasis, pero era hombre oral, que gustaba más de conversaciones inteligentes y amenas que de libros, aunque también los frecuentaba. Y…siempre tuvo mucho que contar.
Su última maratón, la terminó con dignidad, valor e integridad. Pudo decirle a sus hijas lo que el Eneas de La Eneida le dijo al suyo: Hijas, aprended de mi valor y fortaleza; de otros, el éxito.
Donde ahora esté, se hará notar. Es Willy
S.L. Ex-Sargento de infantería