Estimado Moncho:
La pregunta que se me ocurre tras la gran victoria de la selección femenina de futbol es qué hubiese pasado si esta selección hubiese sido derrotada. ¿Sería este país menos feminista o seguiría siendo lo mismo de machista o incluso más? Por suerte han ganado la final con un gran juego y mucho pundonor especial, y el barómetro del feminismo ha subido por la presión mediática hasta casi salírsele las isobaras por las orejas. La mitad del tiempo de los telediarios, los aguerridos reporteros tribuletes han estado a pie de aeropuerto esperando la bajada de la escalerilla del avión de las estupendas jugadoras de la selección y su estrella en el corazón, acompañadas de la otra estrella, el presidente de la Federación española de futbol. Después se han ido de farra a hacer y decir chorradas como sus colegas machos cuando ganan algo. Faltaba Manolo el del bombo pero eso hay que solucionarlo para la próxima. En cuanto al presidente de la Federación, ese dechado de cortesía, hay que decir que hay mucha gente que en lugar de estar al frente de instituciones de carácter público deberían estar tirando de un arado, en pelotas de reglamento, claro. De todas maneras este hombre ya no se entera de donde le vienen las bofetadas, todos nos hemos puesto de acuerdo, incluso el Gobierno, y cuando el sañudo Gobierno lo toma con alguien lo persigue hasta más allá de la Muerte. Véase el ejemplo de Puigdemont, tan perseguido él, criatura. Todos de acuerdo menos algunos gritones de la radio cuyos decibelios no les dejan oir el bosque.
Si alguien quisiera hacerme caso aconsejaría crear la Federación de fútbol femenino de España. Se evitarían bochornos como los que nos ofrece esta calcomanía de Filemón en tres dimensiones. Me pregunto porqué se rapará la cabeza esta versión gremlim de Blas, el de Epi y Blas. Si resulta que es un rubiales y al final se acaba pareciendo a Omar Sharif pues no me extraña el rapado. Es una moda, el rapado completo das bestas, entre los dirigentes del futbol mundial. El Elefantino ese de la FIFA tampoco se ha dejado un pelo de elefante como muestra para la mercería. Cuando veo a estos señores a través de la pantalla de mi televisor siempre me da la impresión de que sobre la calva encerada por el Barbero Real le va a salir una mata de estropajo verde, del de toda la vida, que deja los vasos como los chorros del oro. Son momentos malos los que me hacen pasar estos próceros con sus declaraciones masculladas. Cuando sea la hora de escoger a la presidenta de la Federación española de fútbol femenino que por favor pongan como requisitos imprescindibles un mínimo cociente intelectual, un máximo común múltiplo y saber leer, escribir y hablar. Si a mayores se le da unas naciones de cortesía, de protocolo y de conversación educada todo será mucho más llevadero en sus apariciones públicas. Después, que diga lo que quiera, como su versión masculina, pero seguro que no nos hará sufrir tanto. Si quiere darle un beso de torniquete al nuevo Iniesta de la selección masculina que por favor le pida permiso antes, no vaya a desatar un mar de celos infundados y haya crisis en el Gobierno Progresista.
Atentamente,
Lázaro Isadán