Estimado Moncho:
Se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Si el mentiroso se refugia en algún palacio presidencial, Moncloa o San Caetano, se tarda más en cogerlo, se hace escurridizo, utiliza a sus aduladores y chupamedias como parapetos y va esquivando la zarpa con requiebros de cinturita de avispa. Sus clientes y esclavos les pagan la merienda y nos los ocultan a nuestra vista para que no les moleste la luz. Pero no se puede estar siempre escondido como delator de la mafia o capo perseguido. Algún chivato siempre se va de la lengua. A veces, a los mentirosos, se tarda mucho en cogerlos con las pinzas que depositan el voto en una urna. Cogerlos con pinzas es síntoma de pulcritud democrática, no se ensucia uno tanto las manos. Cuando los votantes caemos del burro siempre caemos con el voto en la boca y las pinzas en la cartuchera. Hay quien no cae nunca de la burra pero esa burra está quieta. No he visto el debate “Señor Núñez-Señor Sánchez”, pero he visto el resumen de las mejores jugadas y mi conclusión es que frente a frente se sentaron dos mentirosos. A uno ya lo han pescado, al otro se tardará más o menos. Uno ha perpetrado tantas ignominias contra la igualdad de los españoles con una tal desfachatez que muchos se han hartado. El otro ha sido más discreto y aun no ha tenido quién le afeara la conducta, al margen de sus malas compañías: la oposición en esta Autonomía Galaica está todo el día con narcolepsia. A uno le ha faltado el coro de querubines para cantar sus alabanzas y se ha sentido desamparado, a pesar de que la moderadora fue más bien una extremistadora. Ni así se le quito el susto y la cara de alelado. Al otro no le faltaron los papeliños a los que es tan aficionado, aunque después los cuelgue del gancho del retrete. Cuando los Traidores le vengan con sus monsergas vamos a ver qué les pone delante a firmar. Nada por aquí, nada por allá. Un Burócrata siempre da vueltas sobre sí mismo para no hacer nada. Hay que ir preparándose, aunque la esperanza es lo último que se pierde y quizá haga algo distinto de lo que ha hecho en Galicia. Mejor, claro. El otro Señor está defenestrado. Debería irse al mismo retiro espiritual que Zapatero a practicar posturas del Kama Sutra político, que estas se las tenemos cogidas, andamos bien jodidos. España no se gobierna con circulares, con pragmáticas o encíclicas. Tampoco con dogmas casposos de izquierdistas fosilizados. Pero nos vamos haciendo viejos entre debate y debate y todo sigue igual. Haría falta trabajo e imaginación. Y menos “Cara a Cara” (dura) con mentiras arrojadizas.
Atentamente,
Lázaro Isadán