Estimado Moncho:
Lo que se puede leer en un periódico, si uno no anda ya narcotizado por respirar su propio anhídrido carbónico a todas horas, a veces produce estupor. Eso me sucedió a mí cuando leí la contestación de la ministra de Hacienda al diputado del BNG a propósito de la bajada de inversión estatal en Galicia. Lo que le vino a decir esa señora fue que la inversión estatal en Galicia es de un 6,9% de la inversión en toda España, una cifra superior al 5,2% de lo que la comunidad gallega supone en términos de PIB. Que esto lo diga una ministra de Hacienda que se intitula socialista, deja ver cuál es su idea de unos impuestos progresivos y justos. Supongo que los pensionistas gallegos que ya no producen nada y tienen la manía de morirse tarde, por este camino tendrán que empezar a producir algo más que suspiros si quieren cobrar la pensión; y los niños gallegos que tampoco producen nada más que mocos tendrán que ir a pie a una escuela sin maestros. A cada quién según sus méritos. Si en Galicia desde hace ochenta años, y aun más atrás, no hubiese una pandilla de cuatreros mandados por el sheriff llevándose el ganado, a lo mejor Galicia en lugar del 5,2% de PIB, produciría, digamos, el 16% del PIB, con lo cual estaríamos diciendo, como los catalanes, que el Estado nos roba. Como eso no ocurre, cualquier cifra que recibamos, por encima de nuestra capacidad de producción, es excesiva y, a los ojos de la ministra de Hacienda socialista, injusta para el resto de los españoles.
No sé lo que contestó el diputado del Bloque a la pizpiretaja ministra, pero supongo que se le quedarían los ojos a cuadros escoceses y sin capacidad de respuesta. Lo que habrá que hacer, pensaría el recio diputado gallego, es lo mismo que hace la Iglesia católica que, ya que no produce nada más que humo, tampoco paga impuestos y así compensamos, pero para eso habrá que ir a arrodillarse al Vaticano.
Esta ministra doble, Portavoz o Portavoza, a propósito de la fiesta rachada a la que acudieron, en plena epidemia, la derecha y la izquierda divinas dijo, tan espirilítica ella, que los políticos tenían que hacer autorreflexión. No sé a que se referiría, pudiera ser que se tratase de una reflexión hecha en un coche eléctrico, o quizá la reflexión que se hace delante de un espejo y que te auto refleja tu imagen mientras piensas que los gallegos son unos despilfarradores pródigos (el plan Galicia de mierda), o tal vez una flexión que se hace de forma repetida en el gimnasio del garaje. No sé. Lo que tengo claro es que si una ministra portavoz de verborrea diarreica y hueca no sabe hablar, me hace suponer que una misma ministra de Hacienda no tiene ni idea de lo que significan los impuestos, la fiscalidad, el reparto solidario, la compensación de la desigualdad…No sé si la ministra producirá algo más que basura, pero indudablemente su contribución al Producto Interior Bruto de España es muchísimo más pequeña que la cantidad que recibe en sus nóminas y privilegios, así que ya puede ir pensando en devolvernos algo a los gallegos que llevamos contribuyendo a Hacienda desde que “Hacienda somos todos y todas”. A ver si así vamos compensando y salimos del marasmo en esta comunidad de mangantes.
Amigo Moncho, produzca mientras pueda y cuídese del virus.
Atentamente,
Lázaro Isadán