Estimado Moncho:
Alguien debería decirle al señor alcalde de Ourense, perínclito Jácome que, ¡a ver, carallo!, el Ayuntamiento no es una empresa privada, y que, aunque a él y a sus adláteres de coalición se le pongan los dientes aun más largos y afilados con ese afán de privatización de todo lo que huela a los cuartos de los Otros, al Concello se llega a través de unas elecciones o a través de unas oposiciones, o por la puerta de atrás, disfrazado de electricista. Si quiere, discrecionalmente, contratar los asesores sexuales que quiera, con un Superlópez, macho general, Butragueño portátil, que lo haga, pero que no venga, ¡a ver, carallo!, con la milonga de que el ayuntamiento de Ourense es como un equipo de fútbol, que no puede despreciar de ninguna manera el fichaje de un delantero hipergoleador. Si el Ayuntamiento de Ourense fuese un equipo de futbol él no estaría allí, ni siquiera de utilero; tal vez lo dejasen jugar de portero del estadio municipal, picando los billetes de las entradas, subido a un caballo viejo, con una aguja de calcetar en ristre. Así que si el señor alcalde quiere hacer lo que le venga a la realísima gana, copiando maneras de sus socios en Diputación, que no nos venda el palo y la zanahoria para ponerle delante a la burra vieja, que soy yo, y los que le creyeron en un mal momento de debilidad mental.
El afán privatizador de este vaquero es tan galopante, que ya sueña con poder vender la casa consistorial a los chinos y poner un centro comercial subastable y enajenable por compraventa o por transmisión testamentaria, mimetizándose con sus colegas, que pasan el palacio de la Diputación de padres a hijos: Las herencias en Galicia son sacrosantas y no se puede desperdiciar lo que costó tanto trabajo conseguir, así sea el Despacho con mesa torneada y cajón secreto para los donativos, o La Agencia de Colocación Provincial para hijos nublados de padres alcaldes. Ya bastante molesta es la mosca cojonera de Hacienda con el IVA, que menos mal que el Impuesto de Sucesiones se ha ido a dar un paseo por Gibraltar o por Andorra.
Si quiere un equipiño de fútbol, que hable con Ronaldo I de Curitiba por si el Valladolid F.C. entra en las rebajas de Enero y empieza a ser también más que un club, Gran Reserva de raza superior carpetovetónica, seis años en barrica; y así le hace la competencia al Barça, más que un club, un argentino.
Si quiere privatizar algo, poniendo en riesgo su vida, porqué no privatiza la catedral y así, sin gastos añadidos para los contribuyentes, puede ser por fin el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro, y de paso, en Semana Santa, puede subirse a una peana y que lo transporte la policía municipal de aquí a allá disfrazado de soldado romano como el del belén de la Alameda. Sería puro glamour para la tele nacional, carallo.
Que tenga usted, Moncho, un Próspero año 2020.
Atentamente,
Lázaro Isadán