Estimado Moncho:
Tan seguros están de que los necesitamos que ya no disimulan. Uno de ellos se presenta de cabeza de lista a las elecciones para varios parlamentos distintos al mismo tiempo, y eso que está en la cárcel (es un hombre santo indispensable); otro renuncia antes de tomar posesión porque parece ser que tiene a su espera en otro lugar un chanchullo de más enjundia. Nombran senadores que no han sido elegidos por nadie más que por ellos, llenan las instituciones de morralla que nadie quiere ya porque andan gastados de tanto trabajo. Al jefe de unos facinerosos asesinos le hacen una entrevista en la tele pública con el argumento de la libertad de prensa. Tal vez deberían también entrevistar a un depredador sexual de menores para que se jacte de las torturas a que ha sometido a unos niños. Por el bien de la libertad de expresión, no más, manito. O se ponen de acuerdo y no tienen empacho en proclamar que el pueblo imbécil va a tener que pasar otra vez por las urnas en un plazo corto para volver a votarles a ellos. Le voy a decir una cosa: si no pudieran volver a presentarse los mismos, dada su ineptitud, estoy seguro que pronto aparecerían los pactos, las componendas, los arreglos, los convenios, los coitos, los besos con lengua vernácula y sin ella, los acercamientos a la reja en la noche de luna, ay amor mío, todas las posturas del kamasutra, porque verían en peligro las habichuelas de sus allegados, y eso es intolerable, faltaría plus, que aun tengo unos niños que criar y otros en camino.
Diré más: creo que son siempre los mismos desde hace cuarenta años y aun mas allá, hasta el infinito. En unas grandes factorías ubicadas en las cuevas del Estado les van recauchutando para que aparezcan con otra cara dura y otro nombre. A un tal carod rovira lo han manipulado para transformarlo en un rufián. A un señor fraga lo han cosido, pulido, lavado y engrasado y lo han derivado en un feijoo. A un toro Victorino le han puesto más peso, lo han redondeado a alza y ahora enviste de nuevo en la Diputación de Ourense. Esa señora que tan duramente ha trabajado en el Candy Cruh la pintarán, le hincharan una teta, o dos, le pondrán un nombre paraguayo y la sacaran en una lista electoral transformada en la nueva figura femenina de la vieja derecha de la paridad bien entendida, nada de abortar, maja. Hay un personaje de aquí, de Lababia, que ha fichado en la taquilla de todas las elecciones, cling, cling, cling, una tras otra y aun dice no estar cansado de servir al país de las setas alucinógenas. Con este van a tener que esforzarse cuando quieran manipularlo genéticamente porque es demasiado ascético para el paisaje, y ya solo come informes de comisión, sin pizca de sal.
El Estado ha tenido que comprar una gran multinacional del cemento para las reconstrucciones faciales, dado que durante este tiempo han tenido relaciones entre ellos y se han multiplicado por veinte, incluso por partenogénesis. Alcaldes, concejales, diputados provinciales, autonómicos, nacionales, comunitarios, senadores, asesores, secretarios, cargos de libre designación, chollos de empresas públicas, bancos nacionales y fundaciones, y la Sociedad Pública El chichi de la Bernarda…
Miran al pueblo llano y dan una conferencia bien pagada por la Fundación Faescista sobre la estupidez colectiva. A estos que los zurzan, que yo me voy a una clínica de los Alpes suizos a curar el estrés. Ya volveré cuando haya pasado todo y a empezar de nuevo. La gente canta con ardor que Viva España! Y nos tienen hartos.
Atentamente,