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Pasó Benito el pasado viernes por elcercano a presentarnos esta obra publicada por Anagrama. Realmente podemos decir que hubo un ambiente magnífico, cerca de treinta personas con interés y comprensión lectora nos acompañaron. Pero cuando hoy abres el suplemento cultural de ABC y te encuentras con una página entera dedicada a este libro te reafirma en que no todo lo interesante que puedes traer a Ourense concita el interés más allá de esta buena minoría.

Una palabra que coge ritmo y suena a gloria en los músicos que tocaron hoy en elcercano. Xosé Miguelez nos pidió actuar con estos compañeros suyos hoy, cuatro de abril, y la verdad es que fue un gran acierto. Música y público, un diez para animarnos a seguir haciendo conciertos. Escuchar el agradecimiento de los músicos para con elcercano por encontrarse tan a gusto en nuestra sala es algo que no solo congratula sino que

El Polígono poético ourensán viene a completar la geometría del género en Ourense, desde una influencias dadá, generadora de libertad, comicidad y atrevimiento. De momento, los miembros fundadores no mostrarán sus caras para que no influya el reconocimiento facial en la calidad y calidez del verso sintiente. Está la parroquia eufórica, y ya están pensando la nueva poesía de la semana, con el propósito de sumar muchas más y así realizar recitales semi clandestinos porque

Pues sí, hoy leímos poemas que llevaba yo en un libro cuando me encontré a Rivela. Él, en estos momentos, cuenta historias que publica El Debate sobre Quijotes por Ourense y prostíbulos del tito Berni como los conoció igual el propio Cervantes. Hoy sí, leímos una poesía a nuestro auditorio que fueron las perras de Rivela, quietas ante el verso, serenas escuchando lo que cuenta el poeta. Así da gusto, ni siquiera un ladrido, ni

Gracias a todos los asistentes a la presentación de hoy. Sin duda, creemos que el valor del libro escrito por J. Benito Fernández no merecía otra cosa, si cabe podría venir alguna gente más, esa que se pasa la vida hablando, hablando y hablando de cultura pero que solo se interesa por aquella de la que es directo protagonista. Es una pena que se crean sus propias mentiras, porque a nadie debe obligar el ansia

Cuando menos se le espera, aparece el pasado, toma el presente y volvemos a plantearnos quiénes hemos sido y quienes somos. La cosa no tiene que ocurrir siempre en circunstancias donde ese pasado no toca ninguna fibra, pero sí cuando lo hace. Ayer tuvimos ocasión de experimentarlo. De momento no vamos a dar mayores datos de lo que están montando este equipo de gente del cine contando conmigo, pero sí diremos que Ourense está empeñado

Me encanta esta fotografía que encontré entre los archivos digitales, y digo me encontré porque cada día almacenamos tantas que ni sabemos donde están. Te recuerdo tal cual, con el cigarrillo en las manos, un rictus algo serio por la conversación, casi siempre seria de acuerdo a los temas que te traías entre manos, arte, cultura y política en la oposición. Te recordaremos especialmente dentro de unos días, porque son los amigos y familia quienes

O elcercano es un lujo. Quizás esté mal que lo diga yo, que soy juez y parte, pero es que cuando veo una foto como la de ahora, contemplo la maravillosa y mágica ocasión que propicia este espacio. La Sala se abre al espacio contiguo cuando el convocante es alguien como Pablo Ferro, que parece toque la corneta y todos firmes como respuesta, es decir, cuando no cabe toda la gente dentro. Y entonces vemos

Al fin, presentó su libro sobre Ramos Sucre la amiga Rosa Trujillo. ¡Albricias!, con la sala llena. No precisamente de cercanos, que ya andan un poco ahítos de tanto acto celebrado en casa, pero sí de otros nuevos visitantes que también nos dan ánimo para continuar la tarea. Y mañana más, con más poesía, la de Pablo Ferro, acompañado por Manuel Janeiro que es quien edita. Elcercano se siente muy contento de que este matrimonio

¡Qué curiosa la imagen! Todos los que salen en ella están cabizbajos, en un mundo de progreso que nadie asemeja con la mirada por los suelos. En verdad, no son suelos, pero casi peor, son pantallas que nos bajan la cabeza. Después de que nos acostumbremos a no levantarla, bajaremos los brazos y de pronto, casi sin darnos cuenta, dejaremos de ser bípedos, vuelta a ser primates. Y es que no pensamos siquiera en el