Qué pasaría si faltasen las palabras. Qué pasaría si una a una se fuesen marchando. Qué pasaría si del tiempo se olvidasen en el instante en que lo pasado fuese igual que lo de ahora. Quién sabe qué. Tal vez como las hojas muertas cubriesen el suelo, descoloridas, desordenadas. Tal vez como una luz apagada, como una ola varada. Si faltasen las palabras ya no habría historias que contar, ni poemas que decir ni canciones que olvidar. Si faltasen las palabras mi voz ya no sería nada. Tampoco la de los demás. Y una a una se fueron gastando como el eco de una llamada. Y una a una se fueron marchitando, la piel arrugada, desdibujada la mirada. No me preguntes qué pasaría porque yo no sé nada. No me pidas que te lo explique porque yo no sé nada. No me pidas que diga lo que no sé hacer sin palabras. Pregúntale al aire el porqué de tanto silencio, de tantas bocas calladas. Pregúntale al aire el porqué de tantas risas robadas. Responderá con la mirada cerrada y la cabeza agachada. Si faltasen las palabras quizá la Luna no tuviese poemas ni los amantes un jardín lleno de estrellas. Y una a una se fueron encogiendo con el corazón en una mano y en la otra tal vez una esperanza. Poco a poco fueron cayendo de las páginas cerradas, de las estanterías oscuras espejo del alma. Qué pasaría si faltasen las palabras. Si faltasen las palabras, los sueños no tendrían alas y yo no sería nada.