ESA CIUDAD
Me gustaría vivir fuera de Ourense para sentir nostalgia de Ourense. Acostumbrado como estoy a habitar de forma casi permanente esta ciudad, seguro que mis ojos no detectan ciertas cosas que a los foráneos no le pasarán inadvertidas: determinados edificios, las orillas del río, el color del cielo en los atardeceres o la placidez de las noches. Todo ello para mí constituye un don gratuito y en el que acaso no repare, como los