YO, DELANTERO, Y TÚ, CENTRO
Con respecto a este recién descubierto amor adolescente por el viejo centro, que les ha dado a unos y otros, como una epidemia de gripe aviar, como un capricho senil, he de disentir y no estar de acuerdo con los que ensalzan las virtudes de ese punto equidistante. No soy yo quién para enmendarles la plana, pero tengo un antecedente bastante ilustre que me sirve de apoyo a mi cojera intelectual: Hace tiempo