DESBARRAR SOBRE EL BARRO
A la salida del centro médico (o a la entrada, depende del estado de ánimo que te coja por la solapa en ese momento), hay una mesita con dos señoras, o señoritas, delante (o detrás, depende de si vayas o si vengas), de la Asociación de lucha contra el cáncer, que intentan pescar (o cazar, depende de si la pieza se mueve a trompicones o es escurridiza), a voluntarios que escuchen su perorata humanitario-filantrópica.