Tengo que confesar que no he visto el publirreportaje del matrimonio Adams en la Moncloa, más bien porque a estas alturas de la vida no soporto la vergüenza ajena y estoy harto de esconderme debajo de las piedras. Pero sí he oído algún fragmento y he visto una foto de los muchachos frente a frente en el desayuno, el uno leyendo parte de su tesis en el periódico y la otra creo que haciendo comentarios profundísimos de la noticia del Washington Post sobre la ampliación de la OTAN a Cataluña y Vascongadas. Esas han sido mis impresiones falsas basadas en suposiciones falsas tales como la cara de inteligencia de los desayunadores que se abalanza sobre mí desde la foto fija. De lo que estoy seguro es de que el grabado que se ve al fondo es un Chillida verdadero, con todas las consecuencias. Chillidos o Chillidas qué más da, el caso es tener algo de arte colgado en la sala adjunta para desayunos del despacho adjunto para meriendas del despacho de la Presidencia del Gobierno. Fondos de Patrimonio Nacional, modernos y vascos para que los que mojan el cruasán en el café solidario con leche de almendra no se sientan tan plebeyos como nos sentimos los que tomamos un colacao con churruscos, con el perrito enredándose entre la piernas y llevándose la zapatilla, mientras miramos el día que es hoy en el calendario de cachorros de gato que está colgado al lado de la bolsa del pan viejo, y por el patio de luces asciende un vaho hediondo de gritos a los escolanos retrasados, ladridos de prisas matutinas y un aroma a café que es otra verdad inmutable en nuestra vida anodina. Ya digo que no he visto el reportaje de marras y otras equivocaciones pero no sé porqué a mí me recuerda a aquellas películas que protagonizaban Rod Hudson y Doris Day en las que la pantalla se duplicaba y ellos hablaban por un teléfono de baquelita desde la cama de cada uno para dar cuenta de su amor ñoño. De lo demás de esas películas no me acuerdo, el argumento se me ha ido al cielo de mi desmemoria y me da igual.
Ya hace mucho tiempo que para ser elegido ministro hay que ser un inepto y un puro desconocedor de la materia que se tendrá entre manos. El camino se empezó a andar en otros tiempos y se está llegando a una sofisticación de la norma general tal que a una Portavoz del Gobierno, amen de mentirosa, se le exige que desconozca profundamente la sintaxis del idioma en el que se dirige a los periodistas, que son los intermediarios con ese ente desconocido que se llama ciudadano español. A este paso el pinganillo, que la estupidez de los parlamentarios españoles ha permitido en las Cámaras para traducir algo que se podía decir en un idioma común que hablan todos y que entienden todos y que los que no usan allí dentro sí lo usan allí fuera, va a ser necesario para que la inteligencia artificial interprete los balbuceos falsarios de la ministra Portavoz, sonrisa de sonrisas falseada, que es lo único que se le entiende. Pero ya el colmo de la incompatibilidad entre aptitud y ministerio es el del ministro de Transportes que, ante el caos que se ha producido en el ferrocarril de Madrid, ha tomado las de Villadiego y se ha ido a Lugo a tomarse un pulpo con sus amigos de la gasolineras trincadoras. El de Villadiego es un cercanías que también anda escoñado. En lugar de estar por lo menos intentando solucionar el caos tiene todo el derecho a tomarse un día de asueto, no todo va ser trabajar en X, señor X. El Sanedrín Presidencial, a la hora de escoger persona para suceder al señor Ávalos, se inclinó por elegir para Infraestructuras a quién en su apellido no dejaba lugar a dudas de su preparación adecuada. Lo demás es literatura y ganas de embrollar. Me acuerdo del ministro de Cultura, Iceta, que en román paladino sería “Y Zeta”, es decir de cultura tenía las dos últimas letras del abecedario pero se desconoce qué habría hecho con las demás, tal vez comérselas. Tan solo estaba ducho en la sección baile de saloon del desierto de Tabernas y ahora anda por la Unesco tan pimpante. Para escoger su sucesor en el cargo se tuvo en cuenta el desconocimiento profundo de las lenguas clásicas y las contemporáneas y se nombró al señor “Hurta sum”, latinajo en el que no concuerda en número del nominativo y del verbo, pero denota un cierto sentido de apropiación indebida, algo esencial en este Gobierno Progresista. No digamos nada de Mal Rasca, nada de Silla Rego, de la cantante Calviño, de Bola Años…Se podrían seguir haciendo rastreos semánticos en las aptitudes de los señores ministros pero ya la cosa derivaría en aburrimiento y laxitud y el tiempo es oro y es hora de hacer algo útil. El Sanedrín de Moncloa reunido en consejo intenta encontrar en la interpretación cabalística de los nombres aquellos sujetos más apropiados para ejercer una labor tan importante de Estado, pero solo les salen golem infames, ineptos barrenderos de sinagoga, perrunos aduladores del Gran Rabino Ignorante.
¿A quien le importa la Televisión Española, la 1 y la 2? ¿Aun hay alguien tan pasmado que haga caso de lo que expele su tubo caótico (el catódico ha desaparecido subsumido en lo digital)? Lo interesante y amenazador de este suceso del cambio de forma de elegir los componentes de ese chollo financiero en que se ha convertido el Consejo de RTVE, es el desprecio absoluto que el ministro de la rama dejó aclarado en su explicación del proceloso Decreto Ley. El Gobierno ha vuelto a pagar la ronda de unos pocos con la pasta que nos ha sacado a todos sin habernos jugado ni un ochavo al chin-chi-moni. Los votantes de Vox no merecen respeto, son mucho más importantes los votantes de Bildu, más guapos, más altos, más inteligentes y por supuesto mucho más españoles para estar en el Consejo de RTVE que los votantes de Vox a quienes Vox representa. A mí el partido político Vox me importa una higa, lo mismo que el partido político Pepe, el Presoe, el Pene uve etc etc, pero los gobernantes que mandan en el Estado tienen la obligación de atender y considerar iguales a todos los españoles, y si no que ilegalicen de una vez a Vox. Bien se han dado prisa unos y otros, derechones e izquierdones, en atender el bienestar de asesinos y violadores varios para que no sufran más allá de sus merecimientos. Pero los votantes de Vox que aun ven la TVE y no solo la del Gato escaldado deberían ser tenidos en cuenta a la hora de repartir esos chollos millonarios a los que ellos también contribuyen con sus dineros fiscales ¿O es que este acólito gubernamental, también de nombre Tío Oscar, va a proponer una objeción de conciencia fiscal para los votantes de Vox, ya que Vox ha sido excluido de la mamandurria? No estaría mal que esas gentes que votaron a tal partido se ahorrasen esos dineros que han aportado a la Caja de Marichús, que no los tiene en cuenta. Supongo que el próximo paso va a ser no atender a esos votantes en los hospitales públicos y no dejarlos circular por la M30 porque el partido al que eligieron no es nada, nada, nada, constitucionalista, no como los del Cuponazo catalán y los del Cuponazo vasco y otros afortunados en la lotería Nacional. Además de eso, deberían poner ya a Xavier Fortes de presidente del Ente. Los lubricantes vaginales encontrarían por fin el acomodo que se merecen en el mundo.
He estado dándole vueltas al asunto de la infamia de Errejón y he acabado igual que los demás: mientras unos se han puesto a despedazar el cadáver como furiosos perros y perras, yo he deambulado alrededor de la jauría informe que levanta nubes de polvo en la llanura y al final me he sentado como un can a ver el festín que se daban ellos. Perros salvajes, eso es lo que somos. De ese cuerpo no quedaran ni los huesos, lo despedazarán los justos y los puros, los malvados y los santos, los carcajeadores y los leguleyos. No sé en qué acabará todo esto más allá de un abogado y un bufete que le hará decir al fantasma de Errejón todo lo contrario de lo que haya dicho cuando estaba vivo; y otros bufetes de pingüinos que les harán decir a las víctimas otras atrocidades distintas a las que han salido a la luz pero que ya eran conocidas. La política es una actividad de perros rabiosos, de carroñeros. Mientras queman a este hombre imbécil a base de mordiscos tenaces por culpa de los inicuos viejos pecados insoportables de la vieja Humanidad, los amos de la manada, vegetarianos y malvados, siguen procreando desde los altos de las colinas, fornicando desde los palacios del Gobierno, desde las fundaciones humanitarias, desde los periódicos de los ayatolas, desde las organizaciones no gubernamentales para la defensa de las manadas humanas, desde los consejos de administración del negocio feminista, desde los bancos del semen de los machos alfa…, y sus risas resuenan en la noche como las risas de la hienas. Miro el banquete desde lejos y aúllo a la luna y me arrepiento de haber querido para mis dientes un trozo del botín, tal vez el blando hígado del cadáver de Errejón.