DOMINGO
Puente ha dicho que el que no sepa (o no sopa) hablar en inglés no podrá ser presidente del gobierno porque ser presidente del gobierno en estos nuevos tiempos de gas metano consiste en andar zascandileando por ahí fuera mientras aquí dentro nos morimos de asco por el ambiente. ¡Así cualquiera!, te coges el Falcón y a airearte un poco con una visita al puto amo de Marruecos, a la finca de von der leyen a hablar con el pony nuevo o a Arabia Saudita a poner el culo hacia la Meca con la genuflexión adecuada ante el Descuartizador de periodistas. Dios no hay más que uno, y ese uno es Alá. Estoy desolado, jamás podré ser presidente del gobierno porque fui un niño que estudió francés y ya se me ha olvidado. Es indudable que saber hablar el idioma inglés es bueno para el que lo habla y a veces también para el que lo escucha. Saber inglés es importante; también saber francés y chino, porque de esa manera la comunicación con los ingleses, los franceses y los chinos mejora mucho. Para un español debería ser también importante saber hablar castellano y catalán, pero este último tan solo en la intimidad para decir las cochinadas eróticas más garrulas en el idioma de Mosén Verdaguer. Quién pudiera.
A mí no me extraña que Peeedroooo Almodoooovar se haya puesto a llorar con la carta de Sánchez. La carta de Sánchez es un guion de una película de Almodoooovar comprimido como una pilula de película recubierta, que te tragas de una sola vez porque es mucho mejor que no te resistas. A mí las películas de Almodóvar me producen hastío y sueño subsiguiente, porque deben de llevar valeriana como excipiente. Qué guiones tan depurados de polvo y paja (ya, polvos y pajas). Supongo que Pedro Almodóvar llorará cada vez que escribe el guion de su próximo artefacto, la poesía es lo que tiene, que empieza por conmover al artista para poder conmover al público entregado. Yo no he llorado pero juro que alguna lágrima se me ha escapado por el dolor. “Luci, Pepi, Buum, y otras chicas del Tontúm” es una obra maestra, una fusión de Fellini, Godard y una historieta del Makoki en el Víbora de la semana. Cómo no va a llorar Peeedroooo Almodóvar con la carta de Pedro Sánchez: es la consecuencia de esa sensibilidad exacerbada de un artistazo al conectar con su alma gemela.
LUNES
Bueno, por fin, qué alivio, en la sala de partos de la Moncloa se ha parido al ratoncillo Pérez, ese animalito tan simpático que deja regalos a los niños a cambio de que le entreguen sus dientes. Esta vez, todos los dientes. El parto de los montes ha producido aire, ni siquiera viento, un embarazo psicológico que amenaza con apestar el quirófano y el resto del país. Después de oír, leer, ver, a todo el frente popular adulador, de apoyo incondicional al líder invicto, acusando a mucha gente de mentirosa, ya empecé a dudar de mí y de otras realidades que se daban por ciertas. ¿Seré yo mismo una mentira? ¿qué filosofía se ocupará de los que, simulando ser, no somos? Perdido ando en esta selva de incertidumbre intrincada y liosa. Hubo un momento en que pensé que la mujer del césar a la que se hacía referencia en la prensa luciferina no era la mujer del presidente; y que la mujer del presidente era una señora distinta de aquella a la que la Universidad Complutense engrasó con una catedra ad hoc con los méritos de la otra señora, que se parecía mucho a la esposa del presidente incluso en su nombre, pero que no era tal porque la noticia, indudablemente, era falsa, o como coño se diga en inglés, el idioma en el que mejor se expresa el puto Amo y su criado Puente, esto cada vez se parece más al Buscón de Quevedo.
Si muchas personas, profesionales de andar rebuscando entre los restos de las noticias enjundiosas, de las peladuras de opiniones de políticos, de los editoriales más jamonjamón de los periódicos, han creído que este señor farsante se marcharía con el rabo entre las piernas intacto, ¿qué no se podrán creer personas que no dedican a la política nacional más de veinte minutos al día en las noticias de los dos Telediarios Pravda de la hora de comer, perdidas entre las previsiones de lluvia y la bajada de las temperaturas; que tienen que trabajar en asuntos que mantienen la microeconomía; que hacen cuentas para poder irse de vacaciones o pagar la hipoteca, pero que han sufrido este bombardeo vertiginoso de sensiblería, de desfachatez impostada y de falseamiento?
El proceso es el siguiente y juro que jamás volveré a pasar hambre con este asunto: 1. El presidente elegido por el Parlamento deja de ser presidente y la Nación deja de tener presidente durante cinco días, que son muchos para Ella sabiendo lo duro que trabajaba el Viejo Presidente a favor de la ciudadanía. Un disgusto, un vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero. 2.El señor Presidente, que era presidente hace cinco días y lo había dejado, por amor, se ha nombrado a sí mismo presidente de nuevo sin contar para nada con el Parlamento que, como es costumbre, no se estaba enterando de nada. 3. El Nuevo Señor Presidente, dado que no es necesario contar con nadie para ser presidente, también va a nombrar él personalmente a los diputados y senadores, que amigos tiene muchos y muy válidos, ya lo pudo constatar en estos cinco días en que no era presidente. “Quién haya sangrado más profusamente con los golpes del cilicio, ese será la otra piedra (“Pedra”) sobre la que edificaré Mi Iglesia”. 4. El Nuevo Presidente va a cambiar de esposa porque la que tenía era la vieja esposa del Viejo presidente. Se casará en segundas nupcias con la esposa que tenía el Joven (es una manera de hablar, como de Plinio) que dejó de ser presidente durante cinco días. 5. El nuevo presidente prescindirá de ministros y demás gente viciosa de poder que no le ha demostrado suficiente cariño al presidente saliente, y sus ministerios se van a asimilar a la Nueva Presidencia del Gobierno y Adosados, órgano de reciente creación. 6.El Nuevo Presidente se va a tomar unas vacaciones en algún palacio con enorme finca federal y cincuenta váteres, expropiado al propietario por el BOE del Novísimo Consejo de Ministros, que ahora ya es unipersonal: se ahorra mucho tiempo en firmas y no hay conflicto de intereses, tan desagradable a los ingleses. Vacaciones merecidas porque está psíquicamente agotado de traducir poesía epistolar, amorosa, cortesana y juglaresca, al inglés, para que lo entiendan sus lectores en Bruselas.
JUEVES
El Primero de Mayo en la plaza roja ha sido todo un éxito. Los proletarios del mundo unidos por un amor universal al Hombre y a la Mujer, y Otros, han desfilado por delante de los venerables muros del kremlin entonando sus viejas y entrañables canciones acompañadas de la balalaika, el violín, la gaita serbia y el bandoneón colombiano, instrumentos que los músicos ambulantes se han traído de casa al lado de las fiambreras, el vodka y el valdepeñas, porque después de una agotadora manifestación de trabajadores siempre hay que reponer fuerzas. Quién trabaja necesita descansar. Los trenes cabriteros, que deberían devolverlos a sus lejanas sedes federales, reposan, como viejas asmáticas, en las estaciones adyacentes; los comisarios blanden sus porras y sus estrellas rojas, como majorettes en un partido de la superbowl; las cámaras del Nodo recogen, como limpiadoras de hospital, todos los detalles que se pudieran haber caído al suelo…Algún despistado proleta se pierde para siempre tras las sombras de la muchedumbre, por aquellas calles adyacentes a la Plaza Roja, en busca del amor mercenario que no existe porque el Politburó ha decidido abolir la prostitución. Otros entran, para sentir en sus carnes el fresco frio de la cerveza y el amable calor de los vermuts, en las terrazas abiertas por la autoridad competente, la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento. Lo hacen disfrazados de agentes de la KGB y turistas chinos maoistas de incógnito. Hay hasta concurso de escupir huesos de aceituna. Las aguas del Manzanares bajan turbias, como una mala vida, hacia sus fuentes originales, albañales con depuradora subvencionada por Europa, coitadiña. Al frente de la marcha de los oficios tradicionales, bomberos voluntarios de Vinhais, cuidadores del zoo, hilanderas del museo del Prado, pescadores de caña y luras con linterna, de toda la Unión sovietizada de los estados independientes…, van los principales cantantes calvos del Sindicato Único, por fin mezclado y no agitado en una pareja siamesa, por el eje de los intereses propios. Temen por sus pescuezos afeitados. Al pasar por delante de la ventana del Amado O’Líder, que se encontraba oculto detrás de una cortina de Palacio disfrutando del espectáculo, saludaron, puños cerrados enhiestos, para dejar evidencia de su patriotismo progresista y no entrar en la siguiente purga de aceite de ricino con azúcar empalagoso que se avecina. La camarada Vicepresidenta Interina de la Unión de Repúblicas Socialistes, llena de ardor patriótico y de amor místico por el monógamo Amador O’Líder se adelantó a todos dándose golpes en uno de sus pechos (antaño denominados tetas en el lenguaje burgués prerrevolucionario) al que dejó seriamente chafado e inservible para ejercer su función amamantadora de mártires y héroes de la Patria para defender barricadas. Cuánto se agradecen esos gestos: tal vez con unas merecidas vacaciones en una dacha en Crimea, a salvo de las picaduras de los mosquitos vampiros contrarrevolucionarios siberianos, a salvo de sus corrupciones inmisericordes cuando se levantan en la primavera de la Libertad, tras su metamorfosis en las heladas y silenciosas estepas. Nada produce tanto desasosiego en una Vicepresi como la posibilidad del ostracismo y la pérdida del primer amor loco adolescente recuperado. En un gesto completamente sincero y tras haberse saltado todos los cordones de seguridad, con los colores del arrebol tiznando sus mejillas semejantes a melocotones de Calanda, una joven virgen (se comentaba), ofreció un hermoso ramo de rosas rojas al Ministro de Propaganda y Justicia. A su vera, el Secretario General del Primer Plan Quinquenal para el desarrollo de la pureza racial progresista sonrió beatíficamente intentando infructuosamente aspirar el aroma a libertad de las flores con la nariz repleta de cocaína.