MARTES
En el último Consejo de Ministros celebrado a puerta cerrada y del que yo he conocido casi todo su contenido porque he puesto la oreja en un tronco hueco, ha habido un solo, pero retorcido, punto de la orden del día. Se trataba de acordar, entre toda la ministrada, quién es la persona idónea para dimitir o cesar motu propio por culpa del escandalo sexual de las mascarillas, también denominado por los medios afines “Caso Koldo Gordo”, “Kaldo Gordo” o “Más madera que viene el Hacha”. Se procedió de la siguiente manera: el Presidente del Gobierno mandó al ministro de transportes, Puente, traer en barca una vasija en la que depositar el nombre de los implicados en el escandalo sexual de las mascarillas carillas que no salieron baratas ni mucho menos. Antes de proseguir con la narración objetiva diacrónica de los acontecimientos he de hacer el inciso de que Puente es uno de los ministros que ha sido nombrado como tal con la justificación de que tiene un apellido ideal para ese ministerio ya que sin puentes es muy difícil que los camiones pasen de una orilla a otra del rio y tender puentes entre los delincuentes y la madre que nos parió es una forma como otra cualquiera de alcanzar la salud social en Cataluña. Otra de las ministras que ha sido nombrada con este mismo método infalible de idoneidad para un cargo, ha sido la ministra Alegría como ministra portavoz, ya que para decir las sandeces que dice y las mamarrachadas sintácticas que nos endilga hay que estar muy contenta, porque sino le sería imposible, ya nos pondremos tristes nosotros por nuestros propios medios. Y el último, pero no por eso menos importante, en la terna de idóneos sacamuelas para cargos de barberos, es el ministro plenipotenciario ante el Papa de la Iglesia del Palmar de Waterloo, Bolaños, que con una cara de Peter Sellers en “El guateque” dice las bolas más bolachas, es decir más galletas, que un mentiroso puede inventar sin que se le mueva un músculo de sus gafas de empollón de huevos de basilisco, ni un pelo de su bigote de la cabeza. Sigamos con la cronofonía de los hechos acaecidos: A la vera vera de Pedro Sol se encuentra Yolanda. “Te he traído, riquiño, una ola de hacer queimada”, le dice a Puente, “de cerámica de Sargadelos, expropiada al pazo de Meirás de doña Emilia Pardo Bazán, y en la que hacía sus mejunjes aquelárricos el almirante Pita da Veiga. Por si quieres saberlo, meu neniño, te voy a traducir directamente del gallego al castellano de Valladolid: almirante Gallina de la Vega. Ahí puedes depositar esas papeletas con los nombres de los dimisionarios de la propia moto, es una queimada que tiene mucha historia, también sirve para hacer paella y churros, aquí Franco sacó el nombre en forma de aguardiente de Portomarín de su sucesor in pecho, carrerón Blanco, todo lo que toca lo convierte en estatua de sal”. “A tal efeto, –continuó la vicepresi segunda– podemos tomar después un grolo de seca cazalla, quemado hasta los huesos para que non nos faga demasiado efeto metanosintético”. Al lado de la vicepresi, la cabeza inclinada en un escorzo imposible, con la punta de la lengua fuertemente aplicada entre los labios, el presidente Pedro Sol con gafas de ídem, se afanaba en garabatear, con un pilot negro prestado ad hominem por el ministro de la Cultura de masas de empanadillas, y que tenía el capuchón mordido hasta el tuétano, los nombres de los candidatos a ser lapidados por propia iniciativa de hombre cabal y honrado, en unos minúsculos papelillos de liar canutos marroquís, que se le enredaban en las manos, salían arrugados, se le pegaban a los dedos, se ponían perdidos para hacer su papel ideal de receptores de la caligrafía parvularia de nuestro bien amado Líder. Acto seguido y al mismo tiempo coetáneamente ipso facto le dijo a Bolaños, “hazme unos filtros porque la inercia es muy grande, la costumbre tira al monte y las ganas de fumar jás no se quitan así como así, verás el género que me ha pasado en Marrakech el Califa Comendador de los Incautos”. Yolanda, de reojo, observaba la faena del escriptorio presidencial por si a Pedro Sol se le ocurría añadir algún nombre espurio a la lista de los defenestrados del Consejo de Ministros Difuntos y observó con alegría y alivio que todas las papeletas de liar canutos tenían el mismo nombre, Ábalos, nombre artúrico al que ni Merlín el prestidigitador podría salvar de la noche de los cuchillos largos. “Por ultimo”, dijo el Gran Timonel, “necesito una mano inocente que saque la papelina de la suerte y custodie enfervorecidamente el resultado para presentar ante el Comité Central Ejecutivo Federal. “¿Quien se presenta voluntario?”. Unos y otros de los presentes se miraron con los ojos bajos, tímidos, recelosos, acobardados por su futuro incierto, esperando que otro cualquiera que no fuesen ellos se encargasen de llevar a Ferraz el resultado de los Avales para Defenestrados de Primera Categoría. “¿Nadie?”, tronó el César Invicto. En esos momentos en la sala de juntas, blindada al espionaje de Pegasos, Babiecas y burras de Balaan, entró el camarero con la bandeja de cafelillos, cruasanes y zumos de mandarina. Los cincuenta ministros respiraron aliviados: aquel pobre desgraciado había sido elegido correo del Zar por aclamación popular demoscópica. “Coja usted un coche oficial y lleve estas actas a la calle Ferraz y vuelva con el recado” le dijo la Vicepresi Primera al pobre subordinado de chaquetilla blanca marfil y pajarita negra, con una sonrisa de oreja a oreja y otra vez de oreja a oreja. “Este chico me tiene muy buena pinta para ser nombrado asesor de Hacienda. Es callado, fuerte, se mantiene en pie sobre dos piernas y tiene cara de alelado. Pásame los datos de su afiliación”.
MIÉRCOLES
Hacer profecías es tan fácil como decir tonterías. Hacer profecías y que estas se cumplan ya no es tan fácil pero tampoco demasiado complicado. Jeremías, Isaías, Ezequiel y Daniel tienen una fama exagerada por los panegiristas de Jerusalén y de Constantinopla. Sus profecías eran evidencias. Hoy en día, con haber leído un poco de Historia de España, la falsa Historia de España, es más que suficiente para profetizar sobre el futuro, que es lo mismo que profetizar sobre el pasado porque la historia se repite, que el mundo es redondo, circular, pendular, archiconocido y previsible. Después de este caso de corrupción del PSOE habrá otros casos de corrupción del PSOE y después de los casos de corrupción del PP habrá otros casos de corrupción del PP. Los partidos políticos en este país del carajo son chiringuitos montados para que medren los mas cucos de entre sus gerifaltes y adláteres indocumentados. No hay solución a este cáncer enquistado. Para los partidos políticos de esta España de los Güevos, gobernar para mejorar la vida de los ciudadanos, (ya no somos ciudadanos, somos súbditos, vasallos con derecho a votar y a pagar impuestos), es algo secundario, algo en lo que hay que entretenerse mientras se va trincando lo que se puede, entre mariscada y chuletón, pajaritas y pajarracos en los Goya y bodas en el Escorial; vuelos de Falcones y de Cuervos y putas y cocaína a las doce; aforamientos para librar de una multa de tráfico y hermanos, hermanas, cuñados y cuñadas; Pepiños Albariños Blancos y puertas giradoras; enchufes trifásicos para portero automático de Diputación o de cobrador de contribución urbana y jamones de Jabugo duplicados; jueces con liguero, toreros bomberos y cuentas en Suiza y la isla de Man; fiscales y abogados del Estado al servicio de bandoleros y nacionalismos racistas y malversadores y sediciosos elevados a los altares en los que rezan por los siglos de los siglos los fanáticos atontados por purezas de las siglas del Infierno; payasadas por internet y descerebrados con miles de seguidores; mordidas en la esquina y mierda en los actos oficiales; tontos del culo en las recepciones de la Zarzuela y ministros analfabetos; periodistas de sopa boba, escritoras de chocho, escritoros de nabo, académicos tiralevitas y catedráticos de tómbola; engrasadores del poder, casposos en frac y tontos de culo-ocasión…Profetizar el desastre continuado y la corrupción perpetua es más fácil que guiñar el ojo. ¡Pueblo infiel, raza de esclavos, adorador del Becerro de oro digital y analógico, despierta de tu sueño o Babilonia caerá sobre ti como una plaga de hienas, como un cielo incandescente, como la peste, el covid, la sed, el sarampión y la inteligencia artificial…!
JUEVES
La política española actual, y la futura, ese espectáculo deprimente del Congreso y del Senado, con pueriles cacatúas largando por el pico retorcido, es como la farrapada de los carnavales de Laza. Te subes a un alto muro, desde el que se podría desnucar Funes el memorioso, crees que estas a salvo, coges la botella del licor café cuando viene la marabunta, para que todo sea redondo, te ríes de esos pobres desgraciados, los ves llenos de mierda, pasa el día y pasa la romería y cuando te levantas al día siguiente un maldito olor te revuelve las tripas: sin saber cómo, pantalón y chaqueta están pringados de heces (nada de estiércol de vaca). Por lo demás los que lanzan los farrapos son siempre los mismos y cuando se hacen viejos sus hijos y los amigos de la familia cogen el relevo.