DOMINGO
Se han convocado elecciones al Parlamento de Galicia y lo primero que se me cae en las manos al respecto es un video del Señor Excelentísimo Alcalde de Orense disfrazado de astronauta, anunciando la buena nueva de que Orense también existe, o va a existir, en la constelación de Flash Gordon. La primera reacción que tuve ha sido preguntarme si el alcalde va disfrazado de astronauta o el astronauta va disfrazado de alcalde. Después he pensado que es una gran idea, ya que como las elecciones caen como un peso muerto cerca de los otros carnavales, es bueno que el alcalde se vaya entrenando con los disfraces; y también pensé que lo de la gravedad en el hiperespacio a veces también tiene que ver con algún problema de salud. Ya que el partido político del alcalde de Orense quiere entrar en el Parlamento de Galicia para poner a Orense en el mapa, le aconsejaría que, con el GPS electoral, enfundado en el traje de astronauta o de submarinista del Miño o de Houdini de Vilardastrés, inspeccionase las fuentes termales, las cloacas de la ciudad y los parques que no existen, nada por aquí, nada por allá. Los monos acolchados protegen mucho de las salpicaduras de lejía. Y comen poco.
LUNES
Un muy amigo mío ha venido un momento a casa por Navidad y hemos estado charloteando, yo mucho, y él un poco. Nada nuevo: unos viejos tiempos, unos viejos recuerdos, un viejo estudio en escarlata…lo normal en estos casos. Este muy mi amigo tenía que pasar página y seguir viaje, así que lo acompañé hasta su coche del que se siente orgulloso porque no tiene hijos. Un vehículo precioso. Mientras él pagaba el parking, yo estaba escuchando una música que sonaba dentro del habitáculo como en un cielo lúbrico de interior y lo único que se me ocurrió fue soñar con Jane Russell … chasis, carrocería, motor, morena eh. Juro, por dios, que aquel coche me pareció muy femenino, -se llamaba Mercedes la automóvil-: acogedora, amable, sincera, caderática, muslámica y enternecedora, la máquina. Qué triste, lo mío. Después tuve que bajarme para irme a mi casa. Feminismo radical sin fémina, cortante y sonante, que tiene que ver, en mi caso, con la digestión.
MARTES
El discurso del Rey me ha parecido exactamente igual que el del año pasado: No lo he oído con gran interés, como estos veinte últimos años. El discurso del Rey me pudiera tener un cierto interés presencial si el rey fuese tartamudo rehabilitado, como aquel de la película en la que el protagonista, Colin Firth hace de Jorge VI, lo que pasa es que con esto de la corrección política, que es cualquier cosa menos correcta, con los tartamudos tampoco se pueden hacer chistes de maricas, así que me pierde interés el asunto. Parece que ya no hay tartamudos ni maricas, gracias a dios. El año que viene, si llego allá, volveré a no oír el discurso del rey, si es que aun hay rey. A lo mejor tengo suerte y este lo repiten el día de Fin de año, en el resumen de las mejores noticias del 2023, o lo ponen entre dos Rosalías y una Tangana, en la Gala de las Uvas después de las campanadas, y puedo escucharlo completamente dormido. A ver como es el vino de la cena este año.
MIÉRCOLES
Es extraño cómo la forma de mirar y la forma de adular al poder pueden cambiar la perspectiva de las cosas. He leído un artículo de un tal Sánchez Cuesco, a trompicones porque la cosa por momentos se ponía estomagante, en el que un arcángel del PSOE en la Tierra describe los 10 mejores hechos grotescos del año 2023, entre los que señala las manifestaciones frente a la sede de Ferraz o las entrevistas de Alfonso el Guerra, “Guerrita”. Al principio del artículo y dado que él es todo un catedrático, nos da la definición de “grotesco”, según la RAE, ya vastante tenemos algunos con saber leer, asegún, y es vuheno que nos haclaren las kosas. Es todo un resumen, ininteligible para burros como yo, de lo que ha pasado en el año en este país tan divertido. Lo raro, lo grotesco, es que no entran en el ranking de los diez mejores momentos grotescos la entrevista entre un alto dirigente del Partido, cuyo jefe es el presidente de nuestro Gobierno, y un sujeto siniestro, huido de la Policía y la Justicia española en un maletero sin ventilación; con un mediador centroamericano más bien estrábico; y en un país de vacas, espías, bancos, nieve, heidi, unos trompetones budistas que alcanzan el cielo y una neutralidad garantizada por ser el refugio de los dineros sucios de todo el mundo. Tampoco le ha parecido grotesco que unos sinvergüenzas se autoamnistien con una ley para todos los españoles que no necesitan autoamnistiarse. Y todo para que un Pisaverde siga siendo el gallo del corral de la Pacheca. Lo grotesco es el propio artículo. Hace el numero 11 del ordinal.
JUEVES
El azar y la Voluntad alemana son las dos fuerzas que mueven el mundo. Nada del dinero. El dinero, la riqueza, es una consecuencia directa de estos dos vectores, que diría un enterao. La Voluntad alemana está perdiendo fuelle frente al azar y puede pasar que un esforzado científico que ya ni tiene pestañas por haberlas quemado estudiando a Hegel o la molécula de la memoria, pase desapercibido en esta vida, mientras un cenutrio yotubero que dice que la teoría de la Relatividad la pronunció por vez primera Newton parando una manzana con la cabeza, tenga un éxito de público analfabeto tan grande como su ignorancia. Dentro del azar hay un apartado, una gatera por la que se cuelan diversos trampolines para saltar al bienestar antes de morir, y que se le llama, en román paladino, la Casualidad. Me entero de que en el Ayuntamiento de Madrid se ha nombrado a un asesor del alcalde, que va a cobrar al año 90.000 euros del ala, de la pechuga y del muslo. Además de “incentivos”. Por Casualidad, ese asesor es el marido de Maroto, el senador del PP. A lo mejor como hoy es el día de las inocentadas en lugar de 90.000 euros cobra un poco más. A “Paradores”, aquellos de don Manuel Fraga, quién se lo iba a decir, va a parar de directora, por Casualidad, una exministra socialista de la que no se acuerda nadie pero que andaba perdida por ahí rumiando su desdicha. Lo de las Casualidades viene de antiguo, antes se les llamaba nepotismo, caciquismo, enchufismo, Mafia… y ahora, con la democracia, todo se reduce a la Casualidad de nacer en la Familia Política adecuada. Familia política en toda la extensión de la palabra: afiliados aduladores, Suegros, Cuñados, Amantes del miércoles y, sobre todo, los Hijos de mi Querida Hermana, o porqué no, mi Hermana Misma, que está muy aburrida en casa sin hacer nada que llevarse a la boca. La Casualidad bien entendida siempre empieza por uno mismo que está ahí por casualidad, en un mundo casualista. Todos somos de una manera o de otra fruto de la casualidad, generalmente en posición horizontal, sea esta más o menos placentera. A mí me gustaría que me adoptasen por casualidad, un par de casualidades para ir fundando una pequeña fortuna casual. Pero nunca me coincide.
VIERNES
Ya sé que no se debe juzgar a nadie y menos aún por su físico y su químico. Las apariencias engañan, dice el saber popular. Hay feos de helar la sangre que son unos seres maravillosos y bondadosos, si es que eso es posible dentro de esta especie humana tan animal. Y hay Apolos y Dafnes que es mejor tenerlos lejos si no quieres que te envenenen con su sonrisa y que solo sirven para aparearse con ellos sin causar descendencia, por plasser. Si uno no puede juzgar a algunas gentes por el aspecto exterior, sin temor a equivocarme, otro tanto ocurre con atenernos a lo que estos caras dicen una y otra vez y que pudiera considerarse la expresión de sus pensamientos más arraigados, sean estos propios, o ajenos, adoptados en la inclusa. Por ejemplo si alguien miente siempre, incluso cuando dice la verdad, habría que concluir que el sujeto o la sujeta en cuestión es un mentiroso. Otro ejemplo: cuando alguien vota a gentes que quieren apiolar a sus semejantes en aras de una pureza racial, tendría que concluir que esos votantes y esos votados son, cuanto menos, unos miserables. Todo esto viene a cuento del nuevo alcalde de Pamplona y el pacto de los ETAS con el P.SOEZ. Si yo me fiase del aspecto físico de ese muchacho consistorial concluiría que está más para tirar de un carro que para conducir una ciudad. Y si me fiase del aspecto químico del señor Presidente del Gobierno Soez tendría la tentación irresistible de considerarlo el tipo más mentiroso que yo haya soportado nunca. Por supuesto uno sabe que no debe juzgar si no quiere ser juzgado, sobre todo ahora con el precio al que se han puesto abogados y procuradores. Ya lo dijo Jesús, que era un catalán indoeuropeo ario puro de Olot: “¡No juzguéis o seréis sojuzgados, jueces!”.
SABADO
Hay días en que parece que hagas lo que hagas todo va a ser inútil. Todo va a ser una mierda. Miras por la ventana y después de un frío de cojones que se aplicó a nuestras pieles, ahora se ha puesto a llover. Parece el comienzo de la “Mazurca para dos muertos”. Llueve hasta sobre los panaderos. No hay nada peor que el pan pingado. Y yo me pregunto si es que es necesario que ahora llueva tanto por aquí para ponernos aun más tristes de lo que ya estábamos. Se me agota la paciencia con estos del tiempo y con estos del Gobierno. No sé donde meterme, este país se me está haciendo demasiado grande y todo me huele mal. Lo que más me irrita es oír a los fanfarriosos del poder decir que esto va como un tiro (en la sien, me digo) y después constatar, -admíreseme el verbículo-, que la vida no es tan maravillosa como la de ellos, ladrones de guante blanco de carbonero. Si no hay crisis ¿porqué hay tantas medidas anticrisis?