Hay gente que tiene la suerte de nacer en un lugar idílico, paradisíaco, fresco en verano y templado en invierno. Lo ha heredado de sus mayores, lo ha adquirido con el sudor de su frente o ha tenido la fortuna de hacerse con un pedacito a través de un matrimonio de amor o de conveniencia. En ningún caso como botín de guerra o saqueo de piratas. Está tranquilo, mira a sus hijos y desea para ellos la continuidad y la mejoría social, pero no quiere que dejen de estar conectados con ese mundo. A través de la ventana se ven los campos cultivados, los prados en el valle, las huertas al lado de las casas, como un damero vegetal; las parras que asombran las puertas; perros tumbados al sol. Al lado de la iglesia, el cementerio de la parroquia, adonde llevan sus muertos para que descansen por fin por los siglos de los siglos, como debe ser en personas antiguas y civilizadas. Desde la ventana se ven también las nubecillas blancas que dejan las bombas de palenque el día de la fiesta de julio. Fiesta para todos. Se mata un cordero. Se hacen unas empanadas. Se baila. Allá abajo el rio fluye, antiguo, sabio, nutricio; dicen que quién lo cruza pierde la memoria, pero si lo vuelves a cruzar para este lado, la recuperas al instante. La vida también fluye con sus vaivenes habituales, hasta que un día llega la desgracia negra con forma de embalse: un convenio de principios de siglo XX ha dado permiso para que una gran empresa eléctrica anegue Aceredo, sus tierras de labor y su existencia, a cambio de una cantidad de dinero, que tardarán veinte años en cobrar. Expropiacion forzosa. Sí o sí. El rio Limia se hinchará hasta hacer desaparecer los recuerdos ¿Así que era cierta la leyenda? Obligados por la subida de las aguas, que amenazaban ahogarlos a todos, el siete de enero de 1992 los últimos resistentes huyen con sus pertrechos hacia otra vida extraña. Algunos habían trasladado a sus difuntos para tener donde rezarles. Otros viejos huesos se quedarán blanqueando allí, con la corriente fría del agua y del olvido, y será difícil acercarles unas flores y una oración. Los políticos sí que se acercan a hacerse la foto, esfuerzo mayúsculo. Fraga, Pérez Vidal, Baltar, Castro y otros dioses menores. En blanco y negro la foto podía ser la de un gobernador civil de Franco y su séquito. Ninguno ha movido un dedo frente a lo inevitable. Los beneficios de la central hidroeléctrica se irán al país vecino, Portugal, pero la única patria que entienden algunos es la del dinero, y sobre ésa las fronteras se quedan borrosas. Nada comparable a la isla Perejil, eso sí que es patria.
Hoy, otros que bailan distinto, han provocado un conflicto con el traslado de los restos de Franco, el Gran Caudillo, desde su tumba de faraón a otra un poco más humilde, de visir. Pero no hay manera, está muy profunda, ha echado raíces y según un juez con tendencia prevaricadora, cualquier trabajador que intente moverla se verá inmediatamente atacado de un lumbago galopante del que hay que protegerlo. Así que nanai. Esto no se mueve.
Para acabar de una vez con este asunto les propongo a estos interinos la solución de la expropiación forzosa, como un nuevo Lindoso. El interés general está más que demostrado. Interés Generalísimo. Todos estamos interesados hasta la médula. Si no se puede hacer un embalse, por esa manía del agua de perderse por el fondo de la cesta, sí, al menos, podían colocar un aerogenerador, o varios, o un parque eólico. Además de producir energía serviría también para ventilar un poco el ambiente ¿ La cantidad de dinero que habría que desembolsar? Un euro, como la subasta de alguna caja de ahorros. ¿Y a quien se le pagaría? Coño, pero si aquello es de todos, cómo no nos hemos dado cuenta de eso. Entonces ese euro habría que entregárselo, en una ceremonia simbólica y solemne, al ministro de Hacienda que, con los mofletes hinchados, como un dios Eolo tecnócrata, dejará inaugurado el complejo. Queda inaugurado este pantano, ay no, me he equivocado, queda inaugurado este parque. Y que la familia del finado, como pasó con los vecinos de Aceredo cuando les preguntaron, hay que ver qué considerados, que diga en dónde hay que depositar los restos, que se les trasladan gratis, faltaría mas.