Morreu Enzensberger, un dos escritores que forman parte do meu batallón literario desde que o descubrín alá polos anos oitenta do pasado século. Fai un ano lía o seu último libro publicado en España, un texto entrañable e lúcido de anécdotas persoais da súa infancia, adolescencia e mocidade universitaria. As citas que seguen pertencen a ese libro.
La proyección de una película [sobre o Holocausto, na Alemaña ocupada logo de rematada a 2ª Guerra Mundial]
- mentiría si dijera que sintió lástima por las víctimas; fue peor. Verlos le había provocado náuseas. Esa sensación se apoderó de todo su cuerpo, involuntariamente y sin reflexionar. Durante días no pudo comer nada por la repugnancia que sentía y esa sensación no lo abandonó del todo.
Esta clase de reacción premoral es más fuerte que el vago sentimiento de culpa que se siente por haber nacido en una sociedad de asesinos. La repugnancia es un sentimiento antisocial, libre de cualquier definición nacional o inteligible; incluye al que se siente abrumado simplemente por pertenecer a la misma especie.
Fantasías de exilio
- estaba a punto de convertirse en un alemán neurótico sin remedio, uno de esos que se creen que tienen que dar lecciones a sus propios conciudadanos. Cuando finalmente se dio cuenta de que ser alemán no es una profesión, se mudó y pasó mucho tiempo entre otras personas. Huir de esa forma, si es que se le puede llamar así, resultó saludable.
Envoi
Cuando él escribe sobre sí mismo,
escribe sobre otro.
En lo que escribe,
él se esfumó.
-Hans Magnus Enzensberger, Un puñado de anécdotas. Opus incertum. Barcelona: Anagrama, 2021-
Alfonso Mato