Murió Xosé Manuel Piñeiro, con 67 años, de los que hace 50 aproximadamente llevaba viéndolo en los escenarios. Porque sí, lo recuerdo subido a una tarima en ciertas celebraciones cuando éramos casi niños, él tocando, entre otros, con el amigo común Luis Estévez, en grupos de música que nos amenizaban las fiestas. Después, simplemente, no coincidimos en nuestras vidas, pero un buen día yo le hice a él una entrevista para la televisión del periódico local y él a mí me llevó en otra ocasión al programa de televisión Tequelexou que presentaba. Fui en mi condición de modelo de la arruga es bella ¡hay que ver lo que vendió el tema!, pero fui también porque él me lo pidió, desde su afabilidad y simpatía, sobre todo desde su bonhomía. Porque Xosé Manuel fue un buen tipo, una persona de fiar, que no vendía motos a dos duros, sino que con pasión hacía lo que le produjo gran satisfacción, trabajar en el mundo de comunicación y entretenimiento. Cuando creamos elcercano, en varias ocasiones, me pidió que le diera el alta como suscriptor, y como quiera que normalmente lo pedía al vernos casualmente, pues que yo tampoco quería forzar la cosa, hasta que un buen día me escribió un correo preguntándome si es que no quería que perteneciese a elcercano. Por supuesto, ¡cómo no!, si aquí todo el mundo es bienvenido y mucho más lo es quien nos demostró siempre afecto, simpatía y ser buena persona. Desde ese momento le pedí los datos pertinentes y ya fue alta. Estuvo varios años, pero un buen día se cruzó en nuestro camino una protesta de ciertos culturetas que yo critiqué desde esta atalaya y que, presumo (nunca me lo dijo) no le sentó muy bien, pues era a mucha casualidad que al día siguiente de esta manifestación mía me cursara su baja. Lo entendí perfectamente y una cosa no quitó la otra, ese afecto que nos teníamos y que cuando nos encontrábamos nos lo demostrábamos con gran abrazo. Por supuesto, super, no te olvidaré, sobre todo cuando pise tu Allariz querido.