Pues va a ser que toda ciudad vuelva la vista a tener que poner bolardos en las calles peatonales por las que transiten autos. No se trata ya del incordio que supone estar sorteando el paseo según los coches que invadan el tramo peatonal, independientemente de su ilegalidad que puede y debe ser multada, sino de simplemente seguridad vial y antiterrorista, como acontece en grandes ciudades- Todo lo grande puede darse en lo pequeño, faltaría más, por eso más vale prevenir que lamentar. Es la reflexión a que nos aboca la casuística cada vez mayor de atentados terroristas cuya arma es un simple coche. Sucedió en Magdeburgo -Alemania- hace escasas fechas pero se repitió ayer en Nueva Orleans -EEUU-, en que según fuentes del FBI murieron en el acto 15 personas en el barrio francés, que pueden ser más según la naturaleza de las lesiones en los sesenta heridos que se llevó por delante el hijo de puta que arremetió contra la multitud peatonal, un tejano de 42 años llamado Shamsud-Din Jabbar, fallecido en el tiroteo con la policía tras lanzar la camioneta Ford alquilada contra una multitud que celebraba la llegada del nuevo año. El FBI está investigando el ataque como “un atentado terrorista”.