Nos levantamos con la victoria de Trump, y lejos de poner el grito en el cielo pusimos el grito en su sitio, mas bien no grito, sobre todo ahora desde que cuento solo con una sola cuerda vocal en el cuerpo. Demasiada gentuza que vive de un relato moderno “tacha” de la democracia a quien no apoya determinado relato, el suyo propio, claro, tachándolo de facha, y esto es lo que impide que el grito no sea ni simplemente suspiro para adentro. En la tertulia matutina la mayoría no estaba disgustada, mas bien algo preocupada por la incertidumbre que siempre ofrece el hombre del cabello naranja, pero esperanzada porque todos los cuentos de los que viven en la acera opuesta han adelantado el final malo que no seduce mas que a ellos mismo y sus incondicionales. Ya veremos si es mejor o peor el remedio que la enfermedad, pero de momento este wokismo insoportable deberá hacérselo mirar con los datos reales que contradicen a sus falsarios: población latina, mujeres y negros, fueron grupos donde pescó el republicano votos y votos hasta lograr esa notable diferencia. ¿Será que el racismo no es tan grande como lo pintan? ¿Será que el machismo tampoco? ¿Será que los inmigrantes latinos legales no desean tanto a los ilegales?

El día sigue, y seguimos con la reflexión segunda que el local. Los del PP en el ayuntamiento de Ourense han cambiado de estrategia y han permitido con su abstención que se apruebe hoy lo que no aprobaron ayer, debido el cambio a una sola cosa, la posibilidad de liarla en la Diputación y dejarlos con el culo al aire en ambos Organismos. Pero es que no hay que ser demasiado listo para prever tal posibilidad, pues si uno no apoya al otro, el otro tampoco apoya al uno, y el uno pasa a ser cuatro de cuatro. Los “principios” de estos políticos podían ahorrarse el trámite de decir no a lo que acaba siendo sí, y no engañar al personal conque los principios no son más que los inicios de algo, pero de ética y política gruesa, mejor no hablar. El PP, además, con el PSOE del sanchismo ni siquiera se lo puede plantear, el apoyo a nada, pues con la indecencia no se puede pactar; si al partido lo ha engullido su cúpula que no engulla a la otra cúpula que debe ser alternativa.

Para compensar, por un lado, la incertidumbre y, por otro lado, el mareo del Concello, traemos una fotografía de la inauguración de la exposición de Mon Devane en el Centro Cultural Marcos Valcárcel. Mon, un gran artista ourensano y mejor persona, al lado de Paloma, su madre. Esto para refrescar la página, simplemente.