Hoy quiero comentar lo que hay detrás de un espectáculo, concierto, presentación de libro o lo que sea, al margen del propio acto en sí. Lo que hay es un trabajo como el que muestra la fotografía del previo al concierto de ayer, técnicos montando un escenario y el sonido para que la música en directo suene lo mejor posible; es decir, un trabajo que conlleva a estar un sábado por la mañana preparando, sábado por la tarde tres horas antes de que se suba el telón para ensayos, y el día siguiente, domingo por la mañana, nuevamente recogiendo, limpiando, etc. Y sin ganar un céntimo, al menos elcercano. Esto lo desahogo hoy, porque veo una entrada de una red social, en Ourense, donde comienzan gimiendo desde una nueva sala de arte con título de “Estudios” por la falta de espacios para el arte en Ourense y celebrando el éxito de convocatoria a ¡no sé muy bien qué! o inauguración; dicen que las Instituciones no apoyan pero invitan a la inauguración a ciertas autoridades políticas de la cultura y les ha faltado tiempo para pedir ayuda a su proyecto. ¡No hay quien acabe con la mentalidad del mamarán, desde luego! Ya aburre ver como todo dios se pone a la cola de la subvención invitando al Ángel director general de cultura de la Xunta a posar en otra foto, porque si le caes bien ya orquestará la fórmula apropiada para que recibas algo a cambio, en principio, solo del humo que hace señales de lo que puedes hacer mañana. La verdad es que es cansino ver llorar tras casi veinte años predicando que lo que hay es que currar sin mirar a la subvención pública; es como predicar en el desierto, que las empresas debieran tener menos imposiciones e impuestos y no más competencias desleales.