Ya está aquí. Sé de este recién desde casi su gestación, mucho más larga que la de un bebé, por eso le tengo tantas ganas. Llegó hoy y lo tenía envuelto en la librería que todavía no lo expuso cual si fuera un regalo que se hace uno a sí mismo de vez en cuando. Será la estima, será el tema desde otro punto de vista, serán ambas cosas o quizás cualquier otra, pero en cuánto acabe la novela maravillosa de Hwang Bo-Reum “Bienvenidos a la librería Hyunam-Dong” que adquirí este mismo fin de semana, y que me recuerda a elcercano la experiencia que narra la protagonista, en cuánto finalice este bocado sabroso le hincaré el diente a Borroka con ansia por saber cómo se desenvolvió el querido amigo Alfonso J. Ussía en este escabroso asunto. La novela de Alfonso sale en el momento justo, donde salen de la cárcel los hijos de puta que asesinaron a cantidad de víctimas inocentes y todavía no pidieron perdón ni se arrepintieron, donde una sociedad enferma los celebra como héroes ¡manda carallo!
¿No se les caerá la cara de vergüenza a todos los diputados votantes de la medida más mezquina que parió el Congreso, y sin una sola dimisión en la Oposición para más Inri del error?