Hemos vuelto a la actividad en elcercano. Hemos plegado el Café al público, pero ya tenemos cafetera para los suscriptores que nos ayudan en los gastos del local. Hoy nos la instalaron, y probamos el producto, muy buenos cafés, amén chocolate y otras fórmulas que amplían nuestra oferta. Desde el lunes varias personas, no cercanas (sustantivo), se interesaron por la suscripción o la posibilidad de tomarse algo sin serlo. A los últimos le propusimos que se hicieran “cercanos” a fin de que su entrada fuera muy bienvenida y su estancia los reconfortara, pero uno me dijo que él no acepta este sistema y la otra me dijo que para ella era muy aburrido; pues nada, que nosotros no echamos de menos a nadie que no valora lo que hay que sufragar para contar con un lugar abierto como elcercano. Si la cuota fuera de una cuantía mayor, un tanto elitista desde el punto de vista económico, pues aún podría caber la queja, pero si son 9€ al mes (no hemos subido ni un céntimo desde el año 2015) hasta da verguenza escuchar ajena.
Siempre hemos considerado que merecía la pena tener este espacio dedicado a promover la cultura en general y ser un apoyo de artistas, músicos y escritores sin demasiadas posibilidades de contar con un espacio digno donde mostrar sus dones y talentos, y durante un tiempo pasado quisimos sumar personas que se allegaran al local por su parte pública de Café, pero ya no, nos hemos cansado de que Yolanda Díaz nos diga como tenemos que arruinarnos por las obligaciones cada día mayores y salarios que no compensan, así que venga ella si quiere a servir café o un agua con el que pasar la tarde algún cliente. Casi cualquiera puede ser suscriptor si abona los nueve euros y si somos los que ahora estamos nos llega para mantenernos, al igual que mantenemos nuestros principios de independencia y libertad (dentro de lo que cabe, claro, que no vamos a ser tan chulos de erigirnos en los príncipes de Stuart Mill.