La condición humana lleva consigo un egoísmo que es feo y antiestético como un culo viejo y no sostenido. Pero mientras se guarda celosamente de una puesta enfrente del espejo, la utilidad agradece su existencia. Pues así debiera ser también el celo de quien, lamentablemente, no se ve en el espejo del resto y despliega sombrillas y cortavientos sin que el día levante la más liviana pluma de ave pero que ellos utilizan para marcar territorio, ya por norma, pero sobre todo si es domingo. La vista me repugna porque es la prueba de que aquí no se trata del peculio lo que marca el aprovechamiento del arenal público en favor de la comodidad privada sino que el que puede lo hace, abusar. Gente modesta que ante la falta de normativa toma venganza y se hace capitalista de arena en la primera hora de la mañana. Claro es que son los políticos los responsables de que el turismo se vuelva contra sí mismo por incívico y populista. El problema del hombre, ya lo decía el gran Pascal, es no saberse estar quieto:” “La infelicidad del hombre se basa sólo en una cosa: que es incapaz de quedarse quieto en su habitación.” Y así es, pero cualquiera le dice a nadie que no se vaya al quinto pino cuando tiene cinco días libres, o siquiera el domingo. Llegará el momento en que los ayuntamientos de costa que son auténticos privilegiados tendrán que ordenar de alguna manera estas pequeñas cosas, como es el sembrado de sombrillas y artilugios -cada día, o verano- salen nuevos, los aparcamientos en lugares que tamponan salidas y en cuya práctica colabora eficazmente en agravar el servicio de Salvamento de la playa porque en lugar de avisar a la policía para que se lleven el coche del trasgresor jeta avisan a los bañistas dando la matrícula de dicho coche para que se digne sacarle el tapón de otro perjudicado. Los gobernantes municipales son en estos problemas lo que los estatales en toda clase de problemas que por no atenderlos a su debido tiempo estallarán como cohetes de Hamas sobre la convivencia más pacífica y de respeto. ¡Cuánto debemos recuperar en relacíon a urbanismo y educación, pero ya parece que no a los Marinas prescriptores se le hace ya puñetero caso.
Turismo, fobia o filia, según gustos y opiniones
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