Yo no sé si fue cuestión de sutil movimiento o si fue cuestión de falta de puntería, pero que la bala rozó el asesinato es algo que dejó huella en la oreja, que, precisamente, vive pegada en la cabeza. Seguramente no haber acabado con él de un tiro, suponga una victoria en las próximas presidenciales. La foto es épica, la de una víctima que se repone en la batalla y arenga a su gente para no bajar la guardia de sus ideas. Veremos si es verdad que sale reforzado Trump con este intento de asesinato fallido, pero huele a que sí, totalmente.
Lo que no sabemos como saldrá es la lucha en la derecha, pues unos pueden ganar a corto y los otros a medio o largo, porque los que llevamos años asistiendo a los distintos relevos de gobierno no podemos olvidar a aquella UCD que menospreciaba a la AP de Fraga y que, sin embargo, cabalgó después encima de los restos del entoncer poder. Si Trump, tan solo hace un par de años estaba casi hundido, y hoy casi resucitado, cualquier cosa podrá pasar en el futuro según se vayan acuciando o resolviendo los problemas españoles. Veremos.