En la calle principal de Vigo, la de Príncipe, en la terraza del Café do Marco, están estos mayores dandole la espalda al mundo que pasa a su lado y que ni lo miran. Ellos a lo suyo, jugar al naipe, que les atrapa la atención completa. Sobre todo la escena me provoca cierta pena, porque es como si viera a unas personas mayores sabiéndose a la espera de su hora pero entreteniéndose para que la espera no sea tortuosa y pensar en ella. Porque el vicio no puede ir tan lejos como para comenzar antes del mediodía con la partida. También me hace pensar esta reunión en torno a la baraja, el que llegados a una edad longeva ya no hay palabras nuevas que hablar entre cuatro amigos. Me choca la imagen, hasta dejarla fijada en la fotografía, porque incita a pensar en los mundos paralelos que vivimos en los mismos metros de calle, unos quietos, silenciosos,bajo la sombrilla, casi en medio de la calle peatonal sin que les importe nada que los miren,vean y se detengan incluso, mi caso, para retratarlos; y otros, los peatones que van de un lado a otro buscando la prenda de ropa que comprar o la vida que quieren alcanzar. Las cartas no son lo mío, me resultan un “matar el tiempo” que diría Schopenhauer, por eso me choca más todavía ver la vida que le dan a mucho prójimo cercano.
- Sección: Noticias
- Publicado el 27 mayo 2024
- Por Moncho
Curiosa escena
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