Volvió Mon a hacer alucinar un poco más a la gente que vive o se pasea cerca del Parque de San Lázaro. Porque decidió hacer un mural en la pared que estaba manchada siendo nueva y que hoy pasó a ser un lienzo en la calle precioso de ver. En esa pared luce Ennio Morricone pidiendo silencio con el dedo sobre los labios cerrados. Ahí quise hacerme yo tambien una fotografía con el dedo en la voca pidiendo más silencio para mi cuerpo, silencio de la calle que nos la haga más apetecible para pasear. Está bien, por supuesto, el ruido de los niños al jugar o el de un grupo de música o cantautor que no se venga muy arriba y nos meta vatios por los oídos como si fuera el viento otoñal. Menos ruido de fiestas ininterrumpidas como si el abuso de las mismas no la mataran de éxito, menos ruido de tanta Panorama y demás altavoces que no dejan descansar a la peña aunque sea mayor, aunque sea vieja, aunque esté enferma. El silencio de Mon también sugiere callar muchas bocas o abrir la educación de alguno que no ha contestado a alguna propuesta en la línea de mas belleza y mayor distinción; que se callen para siempre cuando no hablan en el momento pertinente. Ya me gustaría a mí ver la ciudad llena de trabajos de este artista que con su trabajo alegra la vista, pero hay gente que no sabe apreciar el arte, y resulta un fastidio cuando tiene responsabilidad sobre la cultura de la ciudad. De momento hay que felicitarse de contar con una obra más de Mon en Ourense, y, por supuesto, solo resta agradecerle al artista su compromiso con su lugar natal. Si comprendieran los responsables de luchar contra la suciedad y el feísmo en la ciudad, que tienen tan cerca a un gran artista, que se puede cambiar poco a poco lo uno por lo otro, siendo el otro la alegría de la huerta, lo hermoso y que nos hace estar orgullosos por ser de Ourense. Bien, Mon, bien. Gracias
- Sección: Noticias
- Publicado el 11 mayo 2024
- Por Moncho
Mon es un crack, y generoso
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir