La llegada de este libro coincide con la polémica sobre el periodismo cuya caja de Pandora ha abierto el presidente de gobierno. Hoy mismo se ha podido leer una encuesta donde el cincuenta por ciento de los votantes socialistas piden un control previo a los medios. ¡Qué barbaridad! El cuarto poder se analiza en el libro, anunciando en sus primeras páginas su menor protagonismo ahora que ayer y debido, en gran parte, a que ha pasado de controlar a la política a ser prolongación de los partidos que lo fagocitan. El papel se viene abajo, porque ya ha sido sustituido por el digital y ahí es donde duele nuevamente al poder porque no necesita tanto músculo económico y en consecuencia no necesita esa vitamina anabolizante que al final es dañina. El periodismo debe ser independiente siempre y ante cualquier exceso o bulo y difamación que pueda cometer en ejercicio de su oficio queda la justicia para poder denunciarlo, y hasta cerrar el medio si así lo justifica la proporcionalidad del posible delito; pero nunca, nunca, nunca, porque eso es matarlo para siempre, debe controlarse desde el poder como herramienta política. El gobierno señala hoy al periodismo digital que denuncia lo que observa, no al periodismo oficial que maneja, y lo hace en general pero también concretamente al director de El Debate, el gallego Bieito, cual si fuera un delincuente porque opina libremente en contra de decisiones gubernamentales, y choca que en su defensa salga la Asociación mundial de editores de noticias, en número de 18.000 profesionales asociados, y no lo hagan asociaciones de prensa nacionales, como la gallega, por ejemplo, a la que yo mismo pertenezco. Me entristece que la ideología, cualquiera que sea, tiña de parcialidad esta profesión, porque resulta arsénico para su vida. Mejor que seguir…, sigamos leyendo.
- Sección: Noticias
- Publicado el 1 mayo 2024
- Por Moncho
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