Esta historietista del cómic que nació en Irán y vive en Francia no se calla ni en los mejores momentos de éxito profesional y social, como es el caso de haber sido coronada con el premio Princesa de Asturias en Comunicación y Humanidades. Pues bien, cual puede ser la rabia acumulada como para no ceder en el empeño de señalar a un alto representante de la UE, como es el señor Borrell, a quien lo abofetaría si lo tuviera delante por no reconocer todavía a Irán como un país terrorista. Para LaMarjane Satrapim, “El impacto real de este premio llegará el día en que se reconozca este Estado como un Estado terrorista. Borrell dice que no. Pero Irán está llevando a cabo cinco guerras en Irak, Líbano o Siria… Estos grupos terroristas que actúan allí no funcionarían sin la ayuda de Irán. ¿Qué pruebas más necesita para declararlos terroristas?“, ha dicho. Más papistas que el Papa, estos políticos incapaces de defender los valores intrísecos de nuestra sociedad, templando gaitas en la crítica a países que atacan ferozmente  nuestros valores precisamente, cuando tienen ocasión,haciendo el ridículo absoluto, o buscan la bofetada mas grande de personas naturales del lugar a las que le afectan actitudes miserables. En la guerra de Israel contra Hamás vemos como este alto representante de exteriores de la Unión Europea, el señor Borrell, casi culpa del inicio de la guerra a Israel, simplemente porque va con ganas por los terroristas de Hamás que, cobardemente, se defienden tras los escudos de su propia población; así es un milagro que no hayan muerto más niños y demás gente palestina que no es recibida tampoco en países árabes que entendemos deberían acogerlos como refugiados. Hay mucho Borrell suelto a los que esta señora premiada le pegaría su diploma en la cara como un sello sin goma pero con el máximo desprecio, se lo pegaría, claro, con una buena bofetada.