Pedro Sánchez no soporta que se metan con Begoña.Dice que está muy enamorado y por amor Werter se quitó la vida. Más poderoso que el dinero, o  la fama y el poder. Porque es un sentimiento que nace de dentro, muy adentro, y si algo te lo aviva puede llegar a límites insospechados. Hasta creerse la dimisión del Presidente, que un particular como yo no se la cree. ¿Cómo lo va a pensar? ¿Haciendo yoga, escuchando a Bach, leyendo El Quijote, jugando al mus, o viniendo a Oseira a pensar con los frailes en su homónimo Dios? Parece que el cerco avanza y a la mujer que creía tener un cinturón de seguridad puesto para el resto de su vida para viajar en Halcón, resulta que va a ser investigada por un juez que debe cheirar mal con esto del papel de la señora, que lo hemos dicho varias veces, no solo debe ser honrada sino parecerla. A mí lo de ser honrada o no que lo diga el juez que conocerá los movimientos de sus cuentas y comisiones, influencias y demás olores, pero parecer parece que una mujer de presidente no debiera meterse en camisas de once varas, no meterse en puestos a dedo sin cumplir requisitos normales y habituales porque el dedo puede volverse contra uno, sobre todo cuando señala cifras indebidas y otros posibles favores a costa de todos, cuando hay demasidos intereses en el ajo. En lugar de dejar trabajar al que sabe y aprovechar así para explicarnos al resto de los ciudadanos esas movidas de “perras” que han denunciado los periódicos  y hemos visto las maletas de Delcy, la verdad es que el mejor ataque es la defensa, y a ello se dedica este partido socialista que ha perdido por el camino los principios. Pero el ataque debe ser bueno para que haga su efecto, y el lloriquear porque te sientes menos por un día, no solventa ningún peligro. La corrupción se tiene que acabar, como se acaban los dineros, entre otras cosas por el dispendio que supone contentar a amigos, familia o militancia; se tiene que acabar porque verla tan asiduamente nos afecta a la psique. A Pedro lo conocemos suficientemente por su forma de entender como debe vivir un presidente, pero eso ya es para una segund fase.