La política nos tiene atrapados como un juego. Aunque es real. Un juego de poder. Su seguimiento resulta ya un vicio. Que si ahora gana uno, que si estalla un escándalo y gana otro. Que te adelanto por la derecha, ahora por la izquierda, que si soy de aquí, soy de allá, la madre del cordero es estar viviendo de este cuento, o este juego. Los que no somos agentes activos asistimos expectantes a los hechos, acciones y reuniones, y, en cuanto se pone a tiro de elecciones, cruzamos apuestas sobre los resultados. Unos ganan y otros pierden, claro está. Hoy tuvieron que pagarnos a los ganadores, en esta peña del primer café del día que acumula más de mil con leche o cortados, la comida del último resultado de las autonómicas, porque los paganini apostaron porque no entraría D.O. en el Parlamento gallego, y los dos que pusimos 1,30€ por comer dijimos que sí, por Ourense a huevo. Lo mejor es la reunión, todos hombres pero no por discriminación sino porque coincide así, como en la mayor parte de grupos de amigos o amigas, los chicos con los chicos, las chicas con las chicas, ye-yé, y que no vengan los woke con falsa interpretación de la realidad que les digo. La amistad nos salva de muchos momentos de brava soledad, la que lastima, así que Dios la bendiga.
Y de visita vinieron estas amigas de Xinzo de Limia, todas mujeres, confirmando lo que antes apuntaba sobre los grupos, con Elías, Estela y elcercano, cumplimentando a quienes se trasladan cuarenta kilómetros por vernos. Lo curioso de las cuatro mujeres llegadas de Xinzo, son las nacionalidades de cada una de ellas, pues de Méjico, Venezuela, y si tenemos en cuenta los diecisiete años que llevaba Goretti en Marruecos hasta que estalló la pandemia, tenemos a una gallega en el grupo, pues Estela es colombiana. Una maravilla de paises distintos y un solo sentimiento, amistad. Muy buena gente que pasa por elcercano.