Hace tan solo unos días moría de ELA nuestro paisano Miguel Ángel “El gato”, exportero de fútbol del Real Madrid. Una pena su muerte y que ya no esté con nosotros, nos quedó eternamente pendiente su charla en elcercano que el querido Manolo Montero iba a gestionar; pero una pena también que la muerte se produjera a consecuencia de esta enfermedad, que ¡por Dios! se aleje de todos nosotros, que es la ELA. Pues bien, otro exportero de élite como es Unzúe también la lleva sufriendo muchos años ya, bastante antes que el propioMiguel Ángel, pero afortunadamente sigue con nosotros y peleando por quienes la padecen y precisamente no tienen los mismos medios económicos que él para afrontarla con gran dignidad. Hoy Unzúe se acercó al Congreso para hablar de la enfermedad y las ayudas que requieren y, sobre todo, pedir que tramiten una ley especial para las víctimas de la cruel enfermedad. Pero, hete aquí, que los diputados han sido escasos en la sala Constitucional de la cámara Baja para escucharlo. «Me imagino que el resto tendrá algo muy importante que hacer, ¿no?, ha señalado Unzué. «Sabéis lo que ha costado a muchos de mis compañeros estar aquí, no solo económicamente, sino de esfuerzo físico. Espero que esto quede grabado y nos escuchen. Les pediría voluntad para tramitar esa ley, para que esas ayudas lleguen lo antes posible, y empatía, para que, aunque sea un ratito, se pusieran en nuestro lugar para entender nuestras necesidades y reivindicaciones», ha dicho. A estos representantes de la voluntad popular no les ha salido del huevo interesarse del tema, muy preocupados por charlatanear, festejar o llorar los resultados últimos de lo que viven, y a los demás que les zurzan. Porque estos sinverguenzas de tomo y lomo ni sienten ni padecen nada que no tenga que ver con su inmediato e íntimo interés. Dios no lo quiera que contraiga alguno de ellos la enfermedad para tener más consideración y compasión. Son imbéciles además porque, al menos, deberían guardar las apariencias y mostrar cierta sensibilidad para con las personas que no gozan de salud y están enfermas. Pero no, dios sabe donde se meten estos vagos redomados cuando no están en el lugar que les corresponde según su hipotético contrato con la sociedad. Que les den.
Menuda verguenza de diputados
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