Ya pueden decir lo que quieran los contrarios de Jácome que se presentan a las elecciones gallegas respecto al vídeo que éste grabó, pero lo que no podrán decir es que no se viralizó de tal manera que si hubiera que computar su impacto en mercadoctenia, frente al resto de contendientes, se diría que uno con una sola acción arrasó con todas las acciones de los demás, y en el ‘demás’ debe incluirse también a los equipos que viven de asesorar a los campeones que jamás se han presentado a una elección representándose a sí mismos. Es la verdad, como lo es la superioridad en ingenio, humor y gestión de imagen de Jácome sobre el resto. A mí me hizo gracia, mucha gracia, amén de sorpresa, porque para nada esperaba una actuación tan original en una campaña electoral, donde la naturalidad con que se conduce el protagonista y singular político es un valor, desde mi punto de vista, claro, que suele ser distinto al de la mayoría políticamente correcta. Me acuerdo de la campaña de ADEI en la que participé activamente, ya hace muchos años, porque trabajaba en la empresa de Recaudación que regentaba el político Jaime Tejada, a la sazón tío carnal mío, y que fundó aquel partido independiente para dar la batalla en unas elecciones generales que después perdió estrepitosamente pese a la pasta que gastó; pero es lo que tiene moverse por venganza o una antipatía personal, cual fue el caso. Pero recuerdo la campaña con cierta alegría porque nos salimos del corte y pega de las mismas, buscando detalles que impactasen por sí mismos en el potencial elector y que compensasen el apagón informativo que siempre padecen los partidos pequeños. Podemos, a modo de ejemplo, recordar simplemente la pegada de cartel que siempre llevaba a los candidatos a pegar ridículamente su poster con el cepillo que la mayoría no habían cogido en su vida pero que ahora les valía como aditamento para el posado de su foto. Entonces, no quisimos seguir el guión sino echamos a volar un cartel del candidato agarrado a unos globos gigantes que lo levantaron sin ningún problema y se fue perdiendo de la vista según iba subiendo. Pues claro que los pequeños tienen que tirar de su ligereza como partido para enfrentarse a maquinarias duchas en vender expectativas pero que son maquinarias pesadas como para esperar de ellas cualquier detalle original, más o menos espontáneo y salido de las cabezas de los propios candidatos. Por eso, el vídeo cumple con creces la llamada al mensaje que se quiere propagar, y es de diez en cuánto a su repercusión mediática. Dos, posiblemente; pero si hay más acciones tan imaginativas y sorprendentes como la de esta canción que se largan en DO, pues hasta cabe esperar tres. Pero con Jácome es imprevisible lo que vaya a acontecer, todo puede ser. Ya veremos.
El vídeo viral
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir