Hay que tocarle bien los cataplines a la gente del campo para que ésta salga a la ciudad en sus tractores para manifestarse. Pero mira que se los tocan estos tocahuevos que parecen no valer para otra cosa, solo tocar los huevos que rompen a su contacto. Pues dijeron ¡basta ya! a todas las exigencias normativas, a la competencia desleal alentada ¡manda carallo! por los indignos representantes de la cosa pública en Bruselas o Madrid, que con tanta Agenda 2030 se olvidan de la agenda del día a día de la gente más humilde y/o trabajadora. Pero es que hay cosas que indignan a cualquiera, como puede ser el hecho de que importen naranjas de Marruecos mientras las de Valencia a tomar por saco, o tomates, o lo que sea, que vienen de fuera sin controles fitosanitarios que aquí se ponen cachondos solo de anunciarlos. La verdad es que tardaron en salir, pero es que tampoco es tan fácil, no obstante sí salieron de su desamparo en su campo para adentrarse en las urbes de los urbanitas que miramos todo a través del televisor pero que cuando estalla una pandemia nos ponemos a los pies de quiens cultivan nuestras tierras para darnos de comer, y es que los paneles solares y mucho menos los molinos de viento y tantas cosas que se traen entre manos los dirigentes globales de la humanidad, caraduras que compran terrenos como Estados americanos de misma extensión para producir hamburguesas vegetales o lo que le salga del rabo a Bill Gates, que no sé como a estas alturas de su vida no se ha percatado que se va al túmulo como cualquier otro hijo de vecino. La Agenda que se carga centrales nucleares para sembraronos estos árboles de aluminio que incluso ocupan mares, porque alguien se está forrando con los mensajes mediáticos que aterrorizan al que no sabe, de peor manera que una paja al católico de hace cuarenta años, por el interés del sometimiento. Olé vuestros huevos de granja, granjeros, y vuestra mala leche, o mejor, según puedas darle a la tetas de tus vacas la energía suficiente para que suelte lo mejor de sí mismas. Estos cínicos políticos que van solo a lo suyo y no se operan la vergüenza, mira que declaran su preocupación por el rural, ahora pasó un poco la enorme preocupación por la España vaciada pero mira que nos dieron la matraca, casi tanto como la de ahora con la España ecológica que se arruina por ser la más pura mientras por el mundo adelante, léase China, andan con los carbones de vuelta y la super producción contaminación cual si con ellos no fuera la misma fiesta, Olé, campesinos, por esta pequeña revuelta ante los señores feudales que esquilman hasta la voluntad, haciéndoles saber que hasta aquí hemos llegado; no queda otra que a estos estúpidos gobernantes que manejan justicia, televisiones, orden publico, etc. con tal desenvoltura que mete miedo, no queda otra que decirles que se acabó, que no pueden seguir haciendo lo que les sale del Boletín Oficial como si fueran cojones feos. Agricultores uníos, y además seguir haciéndole sin esos oficiales representantes que acaban siendo fagocitados por la Administración porque así no se mueve nadie. Y carallo que os movisteis que la peña que creía dominaros desde un despacho está preocupada, lo menos que puede estar porque merecen algo mucho peor que simple preocupación. Suerte
Hasta los… tomates
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