Concierto para soñar, de hecho no se si mi amigo J. por momentos plegó los párpados, no sé bien si para soñar o bien para desconectar. Dos músicos de vuelta de un mundo que los vio tocar, desde Barcelona, ciudad natal de ambos, hasta América, o Japón, pasando, claro está, por toda Europa. Muy serios, son veteranos ya, nos bridaron un concierto tranquilo con una delicadeza tal de grandes maestros del jazz. No pudimos atender entradas de última hora, pero porque nuestro aforo no lo vulneramos por el interés económico, la sala funciona como una caja de musica que acepta a la gente que pueda estar cómodamente, porque esa es otra, lo mínimo es contar con una silla para quien paga entrada,
Y hoy tocarón Gaspar y Bover
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