Día de todos los santos, festivo, y el paseo un poco más tarde, ya de día. Gracias a la luz pudimos ver estas termas de las que presumimos tanto, y no es para tanto, anegadas. Tiene razón el alcalde actual cuando critica a quien en su día se le ocurrió hacerlas a ras del río, con lo que cada año se repite la misma historia, se anegan cuando llueve durante días con la intensidad propia de las estaciones de otoño e invierno. Se anegan así, también, trescientos mil euros del ala que viene costando la reparación de las instalaciones por culpa de los desperfectos. Pero esto sigue y sigue sin buscar solución desde sus inicios. Será que nos sobra la pasta. Cuando paseas por esta margen del río donde se observan las termas públicas de A Chabasqueira y las del Molino, si se mira para el otro lado vemos unos espacios maravillosos para intervenir decididamente en favor de unas instalaciones por las que nos reconocieran como capital termal con razón y verdaderamente. Si la Feria y los Bomberos, junto al Matadero municipal y pequeñas naves municipales, se cambiaran de lugar -¡Ah, no sé el lugar!, pero es que uno no se dedica al urbanismo, pero haber habrá, con toda seguridad-, si despejaramos tantos metros cuadrados y levantaramos piscinas termales suficientes, amén de algún Balneario, e incluso ese Parque Acuático que parece más fantasma que posible por el tiempo de espera, lograríamos que no se anegaran ya nunca más y que se pudieran disfrutar o explotar suficientemente para que Ourense contase con ello de un motor económico más. Pensemos en el Gaiás aplicado con el mismo “afecto” inversor en la capacidad termal de Ourense, y se nos salen los ojos de sus órbitas, porque aquí sí nos ayudaría a fijar población y futuro. Por cierto, ya vueltos del paseo termal, en el cementerio poca gente, o al menos me lo pareció a mí que hacía años que no iba en esta fecha, pero de mi recuerdo a hoy, nada que ver, los muertos, más muertos hoy que ayer. Bueno, también es verdad que vivos pocos en la mañana, y es que la noche de fiesta que se montan con motivo de los Difuntos, contagiada pasión americana, no deja a casi nadie disfrutando la mañana. Ahora llega una ciclogénesis, dicen los expertos que poco aciertan, pero agua seguirá cayendo durante días, y me pregunto ¿no había cambio climático, según otros expertos, que nos convertiría ya en desierto? Pues que no falten expertos, como aquel comité que tuvimos no tuvimos, ser o no ser, en la pandemia, con el que nos engañaron como a gilipollas.
Lo de siempre, anegadas las termas
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