Foto de tres generaciones, abuelo, hijo y nieto, de Tejadas. A la cabeza el mayor, Jaime, único donde los haya y que se hace querer por todos los costados y de pies a cabeza. Enrique y Nico los que acompañan a Jaime, quienes, por cierto, tienen El Aviador, lugar de hamburguesas maravillosas en la Avenida de Las Caldas. Gracias por visitarnos en elcercano, donde siempre nos alegraremos de veros.

Hoy llegaron las que faltaban. Bueno, casi todas; las de los partidos con alguna representación. Por cierto, que las paga el Estado de la Partidocracia, que lo aguanta todo, porque son gratis sus envíos. Llegaron en sus correspondientes sobres y junto a la propaganda electoral, que se mete por las rendijas de las puertas como creíamos entraba en casa el virus de la pandemia. Este hábito es algo que debería prohibirse ya por ley, y también por respeto al votante democrático, que debería tener suficiente capacidad para entrar en cabina electoral sólo, sin nadie que le meta mano en el bolsillo y lo marque de cerca para que no traicione su voluntad, la del que mete mano que no la de la víctima. Pero ¿por qué no se deja ya este gasto que corrompe todo lo que puede? Para muestra el botón melillense, donde un partido paga papeletas por correo a familias enteras por espurios intereses; bueno, de espurios nada sino por bien claros intereses de adulteración. Esta democracia está fatigada, como dice Van Reybrouck en “Contra las elecciones”, y no me explico por qué no hay políticos de bien que le quieran dar descanso a los vicios y maneras adquiridos a fin de resolver el problema, encauzarlo por otra dirección más positiva, donde listas abiertas, mandatos limitados, éticas interiorizadas, partidos no subvencionados, y etcétera, fueran realidad y no utopía de cualquier pirado.

¡Está fatigada la democracia!, por no decir que hay poco espíritu suelto demócrata y sí mucho energúmeno. Porque vemos como se agrede cada día en distintos puntos de nuestra geografía a los de un bando, curiosamente siempre a la derecha, como si ésta tuviera cuernos y la izquierda fuera bella doncella, y sin que nadie condene nada, normalizando cierta violencia que solo puede atraer más violencia. De Ourense, por ejemplo, me han pasado fotografía de una muestra, pequeña pero muestra, de falta de respeto como supone el tablón tirado de VOX que la Junta Electoral pone a disposición de cada una de las candidaturas que se presentan a la próxima elección; tirado  y re-tirado del lugar que debía ocupar por razón democrática. Así no, que diría Voltaire, que defendía con su vida el derecho del otro a decir lo que quisiera aunque no estuviera de acuerdo en lo que dijera. Madurez democrática y respeto al prójimo, se llama.