Me refiero al homenaje con ocasión del centenario del pintor Xosé Conde Corbal, y es que ya hemos colgado las obras que van a lucir de fondo en una pared; son una pequeña muestra pero que llega para percatarse de qué pintaba y cómo lo hacía el artista, con una fuerza pocas veces vista. Es que el miércoles está a la vuelta de dos días, y ahí estaremos un grupo de gente de forma voluntaria y sin esperar nada a cambio, ni siquiera culturetitas o políticos que viven de este cuento pero sin ningún mérito ni como cerditos. Simplemente porque lo merece Pepe Conde. Mañana hablaremos del gobierno, o de los candidatos ourensanos y su prensa dependiente, pero hoy nos quedamos con el arte, que buena falta nos hace.