Uno puede ser la tumba del otro, y el otro no tiene cabeza por mucho plural que utilice en ella. A nadie se escapa en Ourense que Araujo traicionó al partido de todo su vida en el descuento de la anterior partida. Fichó por un partido distinto que ahora abandona para volver al mismo de toda su vida. Es fácil suponer que no hay dos sin tres, y la próxima será mantenerse en el sillón aunque repita el alcalde, por mucho que él diga. Ya puede decir misa, que si antes de pactar con Jácome se va a su casa; pero ¿a qué casa?, y no hablo del hogar-dulce hogar sino de ganarse los garbanzos. Ourense no sé si paga a traidores, pero no debería. El señor Araujo, si tuviera algo de vergüenza, que no lo creo, debería retirarse de este ruedo donde ya aburre a un santo, porque no engaña ya a nadie, y si no pregunten. Qué solo tiene que sentirse Manolo para premiar a un traidor, pero el sabrá donde meter la vergüenza.
- Sección: Varios
- Publicado el 7 marzo 2023
- Por Moncho
Pareja de amigos
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