La más valorada política en las encuestas es ella, y uno se acojona porque no la entiende ni queriendo. La he visto en audiovisualmente hoy decir que “una cosa es la política y otra el rigor y la ciencia”. Y ella es política. Pero es que el escenario no pintaba claro al preguntar un veterano periodista por el cómputo de los fijos discontinuos. El número no lo sabe la ministra, pero ya lo sabemos todos porque lo ha facilitado el propio gobierno: 443.078 fijos discontinuos inactivos que no cuentan como parados. O sea, inactivos que no son parados, activos que no se mueven, la cabeza en los pies, Tarragona en Galicia, y así podíamos seguir hasta que un loquero nos atienda y nos ponga buenos; porque no lo entiendo, o lo entiendo demasiado bien y es todo un estúpido maquillaje que al final produce sombras, granos y la tez al carallo. Los humanos estamos en peligro de extinción debido a la grave estupidez que atesoramos, cada día más, pero es que tenemos políticos para ir a defecar de campo, total manchar unas briznes para lo que lo cuidan no supone nada. Lo que alucino es con la propia opinión que tiene Yolanda de la política, que no tiene rigor  y mucho menos es científica.