Alfonso y Pablo, uno escritor y el otro arquitecto ilustrador. Dos tipos con los que uno rejuvenece, pero no porque se sepa sus edades y algo siempre se pega, sino porque están llenos de ideas, las que no pueden surgir ya de la misma manera con la mochila de años llena. Con éstos dos se pueden hacer muchas cosas, lástima de estar tan lejos para llevarlas a cabo más frecuentemente. Pero falta poco para que vea la luz pública un proyecto en el que están los dos y que tiene que ver con elcercano, a Dios gracias. De momento, compartir con ellos un tiempo es como una recarga de batería para seguir con energía haciendo cosas.