Ayer me recordaba alguien la fotografía que ya conocía. Porque era su cumpleaños. En ella, Fernando Arrabal y Pepe Rivela, en Chicago. Es de hace años. Porque hace años había ya vida en este planeta, y el dramaturgo viajaba invitado por todo el mundo, en ocasiones acompañado de amigos como nuestro amigo. Este contacto continuo de Pepe con esta gente nos explica mejor que cualquier otro dato a la vista, el contumaz carácter rebelde de no dejarse amilanar por fuerzas fácticas, sociales e incluso profesionales. Él, sin duda, es distinto a lo común, al no compromiso, a pesar de que pueda en ocasiones estar equivocado, es un peleón con el que no quisiera este servidor tener que batirse nunca en serio, y no solo por una desgraciada circunstancia que provoque perderle el gran afecto que le tengo, sino también porque resultaría un dolor de cabeza continuo, y si no que se lo pregunten a Barata u Outeiriño. Mucho mundo a las espaldas, mucha leche mamada de gente “realmente” interesante, muchos años cumplidos con cierto estoicismo, baños de invierno en el río y diálogos internos con sus perras, hacen que Rivela sea diferente. Larga vida a Pepe y que nos siga acompañando siempre en este camino pedregoso que es la vida, sobre todo cuando la vejez se aproxima.
- Sección: Varios
- Publicado el 7 febrero 2023
- Por Moncho
Arrabal sigue en la brecha
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir