No están todos los que son pero sí son todos los que están. Personas que vienen a hacer yoga a elcercano cada semana, y llevan ya… ¡no sé cuántas!, porque la verdad es que para la mayoría les engancha las clases de Raquel. Pero, como es lógico, cada cual elige su propio instructor y en algún caso, reconozcámoslo, cambian su opción. Naturalmente. Lo que sí es un añadido es la relación humana que los asiduos van conformando entre ellos, de ahí que se juntaran también para hacer otra cosa distinta que estirar sus cuerpos y pensar en las nubes cuando la luz es tenue, se juntaron para cenar en elcercano y departir, conversar y comer las viandas que trajo ‘el hombre para todo’ David. Y después, hay que ver como ayudaron a recoger, porque aquí no se trata de ser servidos o servir sino de compartir el tiempo entre buena gente. Así lo siento y lo digo. Un placer teneros.
Los de Yoga
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