El de ayer fue un magnífico concierto. Ahora que ya pasó, puedo decir que fue un regalo que me hice yo mismo con motivo de mi cumpleaños, decidido tras escucharlos en junio en Oporto en un local con mala acústica pero que no fue suficiente obstáculo como para que no gozáramos con este disco del trío de Xacobe Martínez Antelo. Grandes los tres, además de Xacobe al contrabajo, Xosé Miguélez al saxo y Max Gómez en la batería. Así, la apuesta era regalármelo para disfrutar como lo hice ayer, pero aún más con la respuesta de un público numeroso, donde, curiosamente, no se encontraban muchos de los amigos que leo su admiración por este género cuando van a El Latino. Ninguno es ninguno, y me pregunto si es solo el jazz una cuestión postural porque es guay en un café y con artistas de nivel mundial, estar y decir que fue, o si es que el nivel que tienen de escucha es tan alto que solo acuden a los eventos más grandes, o más mediáticos, o más yo que sé, que no los entiendo, porque mira que un concierto como el de ayer para cualquiera que guste del jazz es un concierto para no perderse. El caso es que ayer fue maravilloso que setenta personas pasaran una hora deleitosa hasta el punto que no se escuchaba ni una mosca fuera de las notas musicales de estos tres musicazos que fueron capturando momentos y sensaciones que guardaron en este disco que animo a escuchar a cualquiera que guste del jazz. Agradezco que haya gente que apoye estos conciertos y, por supuesto, agradezco a estos músicos que se dediquen profesionalmente a la música para darnos momentos como el de ayer. Y volverán.
Magnífico concierto
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir