No sé exactamente como lo dice al que se lo leí, pero quiere decir respecto a la industria de turismo de masas algo así: “personas que van a un lugar que en el fondo no quieren ir y llegan a ese mismo lugar que no los quiere recibir”. Pero no le falta razón a la máxima, y es ahora cuando leemos que el director de “The Last Tourist”, documental proyectado en el Another Way Film Festival de Madrid, expone en esta cinta la “verdad incómoda” de los viajes, una actividad que, denuncia Sadler, es un lujo reservado para las poblaciones ricas a costa de los países con las tasas más altas de pobreza, que son los principales destinos turísticos. Así, “el turismo es una forma de neocolonialismo”, sentencia el director. A mi me espanta sentarme en la terraza del Pérez y ver pasar grupos numerosos de personas a las que llevan con un paraguas por bandera la guía que les explica lo que sea. NO me gusta y no estoy seguro de que les guste a muchos de ellos, es la moda de viajar las que los engaña en parte. Hoy mismo pude hacer esta fotografía de dos grupos parados ante la fachada de una casa contemporánea, y escuché a una guía decir o mejor explicar el interés por el que observar el edificio Viacambre, “pues es uno de los más fotografiados “. Al momento pensé en ese fraude de turismo de masas, porque los turistas se dejan persuadir por un presumible valor superior de algo que le enseña y vende algún profesional especializado. Y esto no es. Creo yo. Hoy.
- Sección: Varios
- Publicado el 26 octubre 2022
- Por Moncho
The last tourist
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