Pues sigamos hablando de esa época. Por ejemplo, pensemos en que la Revista NOS, referente cultural de esa generación del mismo nombre que nos alumbra todavía la cultura del país, se hacía por el empeño de un grupo de intelectuales y amigos sin apoyo institucional. Ahora, que reivindicamos continuamente esa implicación de las distintas Administraciones para hacer cultura porque si no no se hace, pensemos en imitarlos y así buscar mecenas particulares y empresas con talento que al mismo tiempo sean los que puedan ayudar al mejor producto intelectual que lleven a cabo artistas y gentes de la cultura. Entonces, había personas como el señor Conde Corbal que hacían ese mecenazgo y cuya relación de compromiso con esos escritores y demás llegaba más allá, cual es la amistad que se deriva de tal relación. Menos lobos, Caperucita, y manos a la obra.
¿Y seguimos con la Atenas de Galicia?
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