NO, yo no soy esa… no, “YO SOY ESO” sí, es de lo que quiero hablar hoy. Porque ayer vino hasta la playa donde estoy el amigo Ángel Lozano, hermano de Eloy, y no sé por qué me acordé de preguntarle por el libro que Eloy le había regalado en puertas de la muerte y que tenía en la última mesilla que usó en su vida, la de la habitación del Hospital de Santiago. Sólo un día antes de irse al otro barrio le pasó el libro de Sri Nisargadatta Maharaj, y sólo unos cuántos años después ¡por fin! supe qué libro fue, y es éste “Yo soy eso”. Ya lo compré, lo tengo en mis manos y a la vista que me conecta de alguna manera con Eloy también, y ahora ya no sé si estas sensaciones son propias de un cuerdo o de alguien un poco loco, o del cuerdo quizás sugestionado por el testimonio del libro último recién leído -hoy mismo lo acabé- de Ángel Martín “Por si las voces vuelven” que escribió después de su paso por un psiquiátrico debido a un brote psicótico. Tras lo poco leído comprendo que sea un libro de cabecera para la despedida, pues así como “Después de la muerte” del psiquiatra Bruce Greyson te da una esperanza de carallo, “Yo soy eso” parece impregnar el espíritu de una serenidad estoica cuando a la pregunta que le hace un interlocutor: ¿Y qué es la muerte?, Maharaj responde: Es el cambio en el proceso de la vida de un cuerpo particular. La integración acaba y comienza la desintegración.
Pues vamos a ver cómo sigue la cuestión de lo que Nace debe Morir. Por cierto, que elcercano no ha cerrado su empresa sino que está cerrado por vacacionar y cargar pilas, pues nos esperan nuevos retos y desafíos en la ciudad que nos ha visto nacer ante de morir; pero digo esto porque acaba de llamarme desde Ourense un amigo para aclarar la discusión que estaban teniendo en un bar sobre si el cercano ha cerrado o no. Desde luego es maravilloso que siga importando a alguien que estemos o no. Seguro que importaremos a muchos más, o eso espero.