Pues mira que está el embalse a tiro de helicóptero, con lo que el agua no hay que ir a buscarla al quinto coño, pero aún así Castrelo de Miño ardió hasta no sé cuantas hectáreas (ya pierdo la cuenta de cuánto monte se quema), pero sí suficiente para ser noticia nacional como podemos observar en la foto donde mi sobrina Eva cubre la información delante en el mismo terreno de juego. ¡Vaya juego!. Lo que pasa con los incendios nos vuelve loca la cabeza todos los años, pero solo en el verano ¡eh!, por lo que lo vamos llevando, al igual que las inundaciones llegan en invierno, por mucho que se empeñen en contradecir las fechas las alarmas del cambio climático. Es verdad que si cada año nos preparamos peor para afrontar estos problemas seculares, cada año saltarán chispas más fácilmente, pero no preocuparse que para compensar tanto dolor y sufrimiento de algunos nos darán más fiestas y festejos a todos. ¡Qué curiosa demostración del aserto de que una mano no sepa lo que hace la otra!, porque a mayor calcinación mas Panorama en cualquier rincón, y Conciertos multitudinarios en el Monte de gozar, porque esto es lo importante, el Gozo.