A Dios gracias tenemos nuevo colaborador en esta modesta página que se sostiene porque son muchos los amigos que nos dan hálito y esperanza para que seamos más cada día los que andemos por nuestro terreno. Han pasado bastantes colaboradores ya por la página, alguno nos dejó porque empezaron a colaborar con La Región y entonces…, entonces para qué seguir enviándonos artículos, cual fue un caso que ahora ya no publica en La Región y aquí tampoco; a otros se lo prohibieron -sí, prohibieron, aunque sea difícil de entender- el gran medio de comunicación, cual fue el caso del amigo…-mejor callarse-. Algún otro simplemente decidió dejar de escribir y otras por distintas razones lógicas que nunca nos podrá parecer mal, porque es lógico, natural como la vida misma, y como que vengan otros. Ahora el que llega como colaborador, que sustituye a alguno de los caídos, es un amigo que nos visita muy a menudo en elcercano, que llegó casi cuando perdimos al añorado obispo José Carlos, a quien no paramos de extrañar en nuestras citas matutinas -nos dejó un recuerdo magnífico-, como si hubiera necesidad de tapar el hueco. Christian Sanz es barcelonés pero vive en Nogueira y la verdad es que nos hace enorme compañía, plena de erudición y creatividad. Lo veréis a partir de hoy.