Es la calle Concordia que algunos se empeñan en convertirla en Discordia. Por la remodelación que está haciendo el Concello de Ourense que incluye unas rampas de subida al objeto de facilitar la movilidad entre el Ourense más bajo y el más alto, algo siempre de interés y más aún en ciudad geriátrica como la nuestra, con la particularidad que en lo más alto está el complejo cultural más importante con diferentes organismos y edificios pertinentes -fundamentalmente la Biblioteca NÓS-, de difícil acceso hoy para muchos debido a la pendiente del camino a seguir. NO sé por qué se empeñan en negar esta actuación urbana que vertebra de este a oeste Ourense en la mejor y más directa vía para su comunicación, y parece que sea el hecho de quien lo hace el que echa para atrás a algunos, que espero haga uso de estos mecanismos mecánicos cuando estén listos y que no sigan empeñados en negarlo la conveniencia. Así no puede avanzar nuestra ciudad, si hace porque haces y si no haces porque no haces, justificando además un planteamiento con criterios éticos que no se aplican a sí mismos en su opinión mediatizada por una parte oponente. El tiempo dará o quitará razón pero, de momento, y pasando de la estética horrorosa desde mi punto de vista de las rampas de Gran Vía en Vigo, la gente que sube al Corte Inglés de la ciudad olívica lo hacen mayormente por el centro donde están esas rampas y no por las aceras de los lados donde se hace a patita pura y dura.
- Sección: Cine
- Publicado el 27 junio 2022
- Por Moncho
La calle de la discordia
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